Efecto Mariposa 🦋 ~ 𝓾𝔃𝓾𝓻𝓮𝓷 [✓]

𝚅𝚒𝚎𝚛𝚗𝚎𝚜

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-Coqueteo descarado- es exactamente cómo definiría lo que sus débiles ojos están viendo si tuviera que definirlo de alguna manera.

Tiene ganas de hacer una y mil cosas, quizá la principal es tomar a Kyojuro por la muñeca con alguna excusa barata, siendo solo seguida por su deseo de poder respirar con normalidad sin tener que sentir su conducto respiratorio congestionado.

Siente las miradas de sus amigos en él, al mismo tiempo que puede mirarlos desviarla hacia el chico rubio de vez en cuando.

Himejima se lamenta por su patética posición, Sanemi suelta una risa al igual que su hermano, Muichiro pretende recordar el nombre del platillo que se está sirviendo para el almuerzo mientras que Iguro se muestra molesto y Kanroji nerviosa.

—¿Se supone que te quedarás ahí como idiota?.—pregunta Sabito y es únicamente con la presencia de dicho chico con el cabello color melocotón que se da cuenta de que hay muchas más personas testigos de su humillación sobre la mesa de las que creía en un inicio.

—Los amigos que tenga Rengoku no son de tu incumbencia.—agrega en un siseo Iguro, intentando restarle importancia a la situación a su manera.

—Bueno, dudo mucho que tuvieras la misma opinión si se tratara de Mitsuri.

Uh.

—Solo son amigos Uzui, ambos entrenan juntos.—asegura Makomo.

Preguntaría cómo es que está tan segura, pero se detiene. Después de todo, Makomo es una chica de naturaleza tranquila, paciente y amable. También es una persona un tanto misteriosa, ya que siempre habla de manera abstracta y soñadora sin dar respuestas directas.

Daba igual, fuera cual fuera su relación, él se estaba comportando como un verdadero imbécil. Después de todo, era algo lógico. Nadie puede evitar enamorarse. Tal vez uno quiera negarlo, no obstante es posible que la amistad sea la forma más frecuente de amor. Nadie puede evitar enamorarse, mucho más si se trata de una persona tan fuerte y gentil como únicamente Kyojuro puede serlo.

Es, quizá, lo que diría si se encontrara en sus cinco sentidos, lastimosamente no es de esa manera.

Sabito lo anima a que vaya y arme un superalboroto, Sanemi y Genya disfrutan en grande de la situación, Shinobu lanza un par de comentarios sarcásticos y Giyuu come tranquilamente salmón hervido a fuego lento con daikon.

Entonces reúne fuerzas, respira hondo y acompañado por un fuerte golpe se levanta de su lugar sobre la mesa, que tiembla bajo la vibración que le ha propinado con su bandeja de comida.

El comedor se queda en silencio y algunos estudiantes le dirigen miradas curiosas, otras sorprendidas, muchas más miradas de molestia al no dejarles comer tranquilos, aunque a decir verdad, la gran mayoría está tan ocupada haciendo trabajos y tareas que ni siquiera se dan el tiempo de notarlo.

Camina, por lo que parecen ser únicamente dos pasos, manteniendo su porte recto. Al tercer paso, el mareo ataca directamente desde el comienzo de su cabeza. Se las arregla para dar un par de pasos más, cuando comienza a sudar, pero siente mucho frío y comienza a temblar. Para el sexto paso deja de percibir las voces y las risas de sus amigos, como si se diluyeran en el aire al igual que una cucharada de azúcar dentro de un vaso de agua. Tan pronto como lo intenta asimilar, ha perdido el sentido de la vista, así que entra en pánico e intenta sujetarse de la primera cosa que tenga en frente.

No sabe más de sí luego de ello, lo último que recuerda es haber escuchado unos pasos muy suaves, lo suficiente como para pertenecer a Shinobu.