someone like u [PAUSADA]

it doesn't last forever

Los primeros dos meses de embarazo de Natasha habían sido increíbles, solo ellos sabían lo de su embarazo ya que no querían a los medios encima, pensaban decírselo a los vengadores en su debido tiempo, su salud era estable y el bebé parecía desarrollarse perfectamente bien, pero nada parece durar para siempre.

Steve seguía acudiendo a la Mansión Stark en repetidas ocasiones, no sabía el estado de la pelirroja pero podía notar cambios en ella, si bien era sabido, aún no dejaba de amar a la pelirroja.

Una noche de lluvia, Tony había regresado más temprano de lo habitual, Natasha había salido de compras con las chicas así que demoraría un poco.

La noche realmente parecía triste, la sorpresa de Tony al encontrarse las pertenencias de Steve en una habitación de huéspedes que parecía estar cerrada bajo llave fue desgarradora y lo hizo pensar lo peor de la rusa, inmediatamente se dirigió a la habitación de seguridad para encontrar los vídeos donde se veía entrar y salir a Steve más de una vez, incluso después de saber que Natasha estaba embarazada. Tony enloqueció de celos y comenzó a destruir todo a su paso, se dirigió al bar y tomó una botella de whisky, su corazón estaba destrozado, cuando escuchó la voz de Natasha en la sala, todo detonó.

- Tony, mi vida, ya llegué - gritó Natasha desde la sala.

Tony salió del bar directo a la sala, cualquiera que lo viera le tendría miedo, era seguro.

- Mi amor, salí con las chicas, ya les dije sobre el embarazo y no sabes lo contentas que se pusieron - decía Natasha depositando las bolsas con ropa en el sofá, Natasha volteó para ver a Tony - ¿qué te pasa? - preguntó al verlo enojado.

- Maldita mentirosa.

- ¿Qué pasa Tony? - preguntó Natasha con miedo.

- Y todavía tienes el cinismo de preguntarme, ¿cómo pudiste engañarme así?. Trajiste a tu amante a mi propia casa.

Natasha cayó en cuenta.

- Steve Rogers ha estado aquí.

- Tony por favor, déjame explicarte - se acercó Natasha.

Tony la tomó de los brazos para lanzarla al suelo.

- Ese es tu lugar. - gritó Tony - ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ LO HICISTE? - gritaba Tony.

Natasha se levantó.

- No, no, no, te juro por mi vida que estás equivocado - suplicaba Natasha con las manos en el pecho.

- Cállate - gritaba Tony - cállate por favor, nunca había conocido una mujer peor que tú. Y yo hablándote de amor - lamentaba Tony.

En un instinto Tony volvía a destruir todo a su paso, Natasha solo miraba con miedo y su llanto era imparable.

- Tony por favor cálmate - pedía Natasha llorando.

- ¿CÓMO PUDE SER TAN CIEGO?, tan imbécil.

- Déjame explicarte, Steve venía aquí por refugio, para esconderse - trataba de explicar Natasha.

- QUE TE CALLES - gritó Tony - todo lo que sale de tu boca son mentiras, maldita.

- No, no, no, por favor, te juro por nuestro hijo, Tony.

- No, no, no, nuestro hijo no, el hijo de ese desgraciado - reclamaba Tony.

- No - gritó Natasha desconsolada.

- El bastardo que me has hecho creer que es mío - escupía el millonario.

- No, NO, te juro por mi familia que eso no es cierto, Tony, desde que me casé contigo nadie me ha tocado, por favor tienes que creerme.

- Sería un idiota si te creyera otra vez, quiero que te largues ahora mismo de aquí, quiero que desaparezcas de mi vida.

- Por favor Tony, déjame explicarte - suplicaba Nat llorando.

Natasha se acercó para tocarlo.

- No me toques, lárgate ahora mismo de aquí, porque si pasas un segundo más aquí te juro que soy capaz de matarte - finalizó Tony saliendo de la sala.

Natasha trató de seguirlo hasta que vio como Tony tomó una de sus armaduras y partió de la mansión, la espía rusa se quedó en el suelo desconsolada y con el alma en mil pedazos, así pasó unos minutos hasta escuchar la voz del coronel.

- Nat, por favor levántate - pidió Rodhey.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó Natasha con la voz rota.

- Tony me pidió que viniera por ti, anda vámonos - se acercó.

Natasha lo abrazó y comenzó a llorar aún más fuerte.

- Rodhes te juro que no pasó nada de lo que él piensa, te juro que es su hijo - lloraba Natasha.

- Nat, yo te creo pero Tony está molesto y con justa razón, el ver cómo el ex novio de tu esposa entra como si nada y aparte tiene una habitación en tu casa no debe ser agradable - justificaba Rodhey.

Natasha se levantó y preparó su maleta, Rodhey tenía razón y debía darle espacio a Tony. Rodhes subió las maletas de Natasha y la llevó a una cabaña acogedora, era propiedad de él y él no permitiría que Nat y su sobrino pasaran la noche en un hotel.

- Es linda - sonrió Nat con pesar - gracias Rodhes.

Rodhey la abrazó.

- Todo estará bien Nat, aquí estarás bien y si necesitas algo, solo llámame.

Rodhey partió dejando sola a Natasha, la rusa volvió a deshacerse en un mar de lágrimas.

La felicidad no es eterna.