someone like u [PAUSADA]

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Unas horas atrás Tony había sabido el resultado de paternidad, si alguien preguntaba, se sentía devastado, había sido un idiota y había herido a la espía de una manera horrible, con temor tomó su teléfono y llamó a Rodhey.

- ¿Diga? - contestó el teléfono Rodhes.

- Ven a mi casa - fue lo único que dijo Tony antes de colgar.

Por suerte Rodhey había regresado de su viaje pronto.

Rodhey tardó unos minutos para llegar, abrió y se dirigió a dónde sabía que estaba Tony, grata fue su sorpresa al no encontrarlo ahí, en el bar, lo encontró en la habitación que en algún momento compartió con Natasha.

- Tony, ¿Qué pasa? - preguntó preocupado Rodhes.

- Es mi hijo - derramó algunas lágrimas.

- Tony yo, ahora que lo sabes tienes que pelear por ellos - sugirió - por la madre de tu hijo.

- Estoy avergonzado, estoy arrepentido.

- Amigo, vamos e inténtalo.

- Quiero conocerlo - suspiró.

- Yo te llevo, pero antes necesitas un baño y una afeitada - rió Rodhey.

Tony solo sonrió.

Demoraron un poco en llegar y al estar frente a la cabaña Tony sintió su corazón latir al mil por hora, Rodhey solo dejó a Tony en la cabaña y espero afuera.

Al tocar la puerta de la pequeña morada fue recibido por Peter quién le dedicó una mirada de coraje.

- Peter, yo - titubeó Tony.

- No digas nada, no estoy feliz de que estés aquí después de todo - se sinceró Peter - le avisaré a Natasha.

Peter solo tuvo que mandar un mensaje de texto que fue respondido de inmediato.

- Sígueme - dirigió Peter.

- Gracias.

Mientras Tony subía escaleras solo podría recordar las amargas palabras que le había lanzado a la rusa, no podía con la culpa. Se detuvieron frente a la puerta de la recámara principal, Peter tocó y fue recibido con un adelante, ambos hombres ingresaron.

Natasha se encontraba a lado de la cuna del pequeño Peter, apenas pasaba del mes y dias.

- Es precioso - dijo Peter - yo los dejo solos.

Tony se acercó con sumo cuidado a la cuna mientras la pelirroja lo veía con una cara llena de decepción, algunas lágrimas corrían en las mejillas de Tony. Natasha se levantó de su lugar y caminó para dejar que Tony se acercara más, el millonario tocó por primera vez el rostro de su hijo.

- Es tan bonito - derramaba lágrimas Tony - ¿ya decidiste cómo se va a llamar?.

Natasha solo sonrió con pesadez.

- Se llama Peter - dijo Natasha dándole la espalda.

- Me parece bien - suspiró Tony.

Tony caminó hasta quedar frente a Natasha, la rusa lo miró y Tony cayó de rodillas.

- Estoy tan arrepentido - derramaba lágrimas Tony - perdóname por favor - suplicó de rodillas.

Natasha lo miraba con dolor.

- No me interesan tus disculpas - dijo Natasha mirándolo.

- Desde el fondo de mi corazón te pido que me perdones - volvía a suplicar Tony.

- ¿Cómo puedes pedir perdón después de tanto que ha pasado?, tantas cosas entre nosotros - preguntaba Natasha con la voz quebrada - quisiste matar a Steve.

- Sí lo sé, no debí llegar a ese extremo, pero él no es tan inocente.

Natasha lo miró con decepción.

- Los dos cometimos muchos errores Natasha - suspiraba Tony - pero vamos a olvidarnos de eso, vamos a empezar una nueva vida juntos - Tony tomó las manos de la espía.

- No, suéltame - soltó el agarre Natasha - no me toques - suspiró - lo mismo te acabo de pedir hace unos días y me dijiste que nadie te puede obligar a vivir con una cualquiera cómo yo - lloró Natasha sentándose en la cama - eso me dijiste a mí Tony, a mí - lo miró con los ojos llenos de lágrimas.

- Sí lo sé - derramó algunas lágrimas Tony - perdóname estaba muy confundido, me volví loco de celos - trató de justificar - perdóname, por favor perdóname - intentó acercarse a ella.

- No, no, no te acerques, no te acerques - lo alejaba Natasha.

Tony seguía de rodillas, estaba destrozado.

- Me echaste de tu casa, me echaste de tu vida - suspiró de dolor - qué manera de humillarme y ahora pretendes que yo me olvide de todo eso - trató de limpiarse las lágrimas - no, no puedo - confesó.

- Qué, ¿qué puedo hacer para que me perdones? - la miró con arrepentimiento Tony.

Natasha suspiró.

- Nada.

- Natasha, por favor estamos casados, tenemos un hijo - suplicaba Tony.

- También lo estábamos cuando me corriste de tu Mansión - miró hacia la cuna - a mi hijo lo rechazaste desde que estaba en mi vientre - lo miró decepcionada - que ahora tú tengas la certeza de qué es tuyo gracias a unas pruebas de paternidad - suspiró cansada - no, no cambian las cosas.

- Steve habló conmigo - soltó Tony - me aclaró que no hubo nada.

- Entonces para creer en mí, tuviste que escucharlo de otra gente, creíste en la palabra de los demás - reclamó llorando - no en la mía, tan fácil lograron convencerte de mi inocencia, pero yo no - decía con dolor la espía.

Natasha lo miró y lo levantó del suelo.

- Por favor Natasha - suplicaba mirándola a los ojos.

- Por favor, por favor tú vete - terminó Natasha dirigiéndose hacia la cuna de Peter - no quiero un hombre como tú a mi lado, vete.

Tony se quedó parado.

Peter comenzaba a despertar y Natasha lo tomó en brazos para poder dormirlo.

- Te recuerdo que mi abogado te va a visitar - finalizó Natasha dándole la espalda.

Tony salió de la habitación con el corazón destrozado, su culpa era más grande de lo que él creía.