𝑃𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑌 𝐸𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑑𝑜 ( 𝑆𝑛𝑖𝑟𝑖𝑢𝑠)

CAP 8 : Casi desaparecido



Sirius pudo escuchar a Tonks suspirar de alivio al ver a Remus. Les dijo a los niños que se quedaran en la cocina.

"Pero -" Harry trató de protestar, pero Sirius levantó una mano .

"No. Todos ustedes ya han visto demasiado. Deberías quedarte aquí y esperar ".

“Tiene razón”, dijo Molly, “no hagas las cosas más difíciles. Eres demasiado joven."

"Pero - ¡tenemos diecisiete!" dijeron los gemelos, pero Molly negó con la cabeza.

“Ahora no, quédense aquí. Esperen  hasta que arreglemos esto y luego vaya a la cama. Hablaremos mañana."

"Por favor" añadió Sirius, mirándolos a todos, especialmente a Harry, quien parecía realmente frustrado, pero obedeció. Se quedaron allí con su té, mientras los adultos se dirigían a los demás en el pasillo.

Sirius tardó unos segundos en darse cuenta de que Albus había desaparecido y su corazón dio un vuelco. Fue él...

"Albus fue a Hogwarts" dijo Moody, adivinando sus pensamientos.

"¿Qué?"

“Dijo que quería pedirle a Madame Pomfrey que viniera aquí. Además, quería ver si le enviaría algo nuevo ”explicó.

Pero Sirius se dio cuenta de que algo andaba mal. Moody no continuó, pero le dio una mirada, diciéndole que le habría dicho más tarde, "veamos qué podemos hacer por Snape ahora".

Todos tenían expresión triste en sus rostros. Parecían ir a un funeral, lo que hizo que Sirius temiera por malas noticias. Shacklebolt tenía a alguien en sus brazos, envuelto en un manto. Trató de acercarse y mirar, pero negó con la cabeza:

"Aqui no. ¿Dónde podemos ponerlo?

Lo llevaron arriba, en una habitación. No tenía mucho, pero la cama era grande y cómoda. Había una silla donde estaba sentado Alastor, luciendo exhausto. Sirius tomó nota mental de traer allí libros, un sillón, algo más cómodo. Supuso que Severus se tendría que quedar allí por un tiempo y, por supuesto, no podía quedarse solo. Se quedaría allí con él, esperando a que se curara todo el tiempo que lo necesitara. ¿Semanas, meses, un año ...? Todo era posible, todo se podía realizar ahora que había vuelto. No quería pensar en sus caras. Sus expresiones derrotadas. Todos estaban silenciosos y oscuros como en un velatorio, lo que hizo que Sirius se sintiera aún peor.

Después de que todos estuvieron allí, Kingsley puso el paquete sobre la cama y lo desdobló con cuidado. Remus estaría al otro lado de la cama, ayudándolo.

“Te lo advierto, no es una vista agradable” dijo, la tristeza se apoderó de él, mientras revelaba al resto de la Orden el cuerpo de su ex espía.

Eran lo suficientemente delicados como para no abrir abruptamente todo el manto, cubriendo misericordiosamente sus ingles y piernas y descubriendo solo la parte superior de su cuerpo, pero no se podían engañar: lo que podían ver era suficiente para comprender la gravedad de la situación. Tonks jadeó, Molly estaba lívida y no podía moverse. Alastor gruñó, sacudiendo la cabeza y apartando la mirada. Realmente vio demasiado. Sirius miró a Severus y se olvidó de cómo respirar. No sabía por dónde empezar, ni siquiera por mirar, era demasiado.

Severus estaba desnudo, ensangrentado, delgado, tan delgado en comparación con el recuerdo que vio. Había pasado demasiado tiempo. Recordó lo que pensó. Que se hubiera comido semen y bebido orines, porque eso es lo que le darían. Estaba muerto de hambre hasta el punto de que su piel parecía estirada sobre los huesos. Parecía un esqueleto pintado en sangre y cortes. Estaba cubierto de magulladuras, cortes profundos y fluidos secos que Sirius no quería reconocer.

Recordó el látigo maldito. Estaba seguro de que algunos de esos cortes se originaron allí. Algo para intensificar el dolor, pero quizás también algo para evitar que esos cortes se curen por completo. Simplemente siempre abierto, para pudrirlo y atormentarlo en todo momento. Pudo decir que algunas de las heridas estaban profundamente infectadas. Y la parte cubierta, no quería pensar en eso. Lo que le hicieron. Todo ese tiempo. Primero necesitaban entender qué hacer con él. Curarlo, por supuesto, pero ¿cómo? Tenían que entender los maleficios a los que lo golpearon, o simplemente habrían empeorado las cosas. Tenían que esperar a Madame Pomfrey, y Sirius esperaba que ella llegara rápido; sabía que no había tiempo que perder. Severus aún no se había ido, pero sabía que no iba a sobrevivir en esas condiciones.

Se quedaron allí durante un largo minuto, absolutamente sin palabras. Todos tenían miedo de hacer cualquier cosa. Simplemente podrían empeorar las cosas. Quizás un baño hubiera sido útil; solo eso, mientras esperaba que llegara Madama Pomfry .

Al menos habrían podido ver por encima de la sangre, contar los moretones, comprender el daño efectivo que estaba sufriendo. Se volvió hacia los demás. Todos estaban tan pálidos. Hermione estaba llorando suavemente, al igual que ...

Hermione?

Todos los niños estaban allí, detrás de ellos, pero lo suficientemente cerca del dormitorio para verlo con claridad. Agradeció a los dioses que Kingsley y Remus no lo hubieran descubierto por completo. Probablemente entraron a hurtadillas en el dormitorio mientras no estaban mirando para ver si era realmente él y comprobar sus condiciones, ¿por qué? ¿Porque estaban preocupados o porque no le creían? Incluso si era porque todavía no le creían, Sirius sabía que ahora lo creían totalmente - el horror puro en sus caras le decía eso. Hermione estaba llorando, Ginny iba a hacerlo. Ronald se había tapado la boca con las manos. Los gemelos estaban silenciosos e inmóviles como si algo los hubiera golpeado a ambos, mirando a Severus con los ojos muy abiertos, incapaz de apartar la mirada. Harry se estaba agarrando el estómago, tan pálido, probablemente reprimiendo las ganas de vomitar. su labio temblaba mientras luchaba por no llorar. Esa visión finalmente sacudió a Sirius. No podían quedarse allí, no podían verlo de esa manera, no tenían que saber eso.

"Por el amor de Dios" murmuró Sirius, tratando de empujarlos "¡Este NO es el momento adecuado para hacer esto!"

"Nosotros - nosotros no -" tartamudeó Harry, mientras Sirius trataba de empujarlo Todos lo intentaron, Molly les sermoneó, Moody maldijo - todo fue tan confuso, de repente - Sirius tomó el rostro de Harry entre sus manos y trató de mirarlo a los ojos.

“Harry, este no es el momento adecuado. Por favor. Por favor, vete, no lo mires. No se merece esto ".

"Pero Sirius, ¿está…" tartamudeó Harry, con lágrimas en las mejillas, mientras salía de la habitación "¿va a sobrevivir?"

“No lo sé” murmuró, antes de cerrar la puerta.

Realmente no lo sabía.

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