los mortifagos se han enterado de la tradición de Snape y lo tienen de prisionero , depende de la orden del Fénix salvarlo ¿ lo lograrán ? ¿ podrá Sirius dejar su odió a un lado y ayudar a su antiguo némesis ?
autor original: idromela
plataforma: a...
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Todos se unieron a Albus y Poppy minutos después, cuando les dijeron que podían. Ella ya proveía para limpiarlo ayudada por Albus, quien se quedaba en una silla cerca de la cama, con lágrimas en los ojos, sosteniendo la mano de Severus. Le cortaron el pelo muy corto, porque estaban demasiado enredados para siquiera pensar en lavarlos también. Pero el cabello volvería a crecer. ¿Por qué Sirius estaba pensando en el cabello? Fue el último de sus problemas.
Simplemente no podía enfrentar la realidad. Se aferraba a cosas triviales para evitarlo, pero estaba frente a él y ya no podía escapar. Snape en esa gran cama, tan delgado, cubierto de magulladuras y heridas profundas curativas, se veía tan vulnerable y frágil que ni siquiera podía creer que sobreviviría otro día. Ella hizo lo que pudo en ese momento. Solo tenían que ver cómo respondería él a su terapia. Tenía infecciones graves, cortes profundos que nunca se curaban, algunos de ellos maldecían para que sangraran constantemente; él no podía ver, ya que sus ojos también estaban infectados y había estado tanto tiempo bajo tierra que le dolían los ojos al ver la luz; una vela tenue era todo lo que ella permitiría por ahora. Probablemente tenía algunos huesos rotos mal reparados solo para no sufrir demasiada hemorragia interna y morir inesperadamente.
Al final ella mencionó sus caderas, sus labios temblaban. Ella dijo que los huesos de la cadera y la pelvis estaban totalmente destruidos. Ella podía hacer que todo desapareciera, pero no sabía que él se “recuperaría mentalmente” del “trauma” que sufrió.
Eso fue todo. Ella lo dijo, sin mencionarlo. Ahora todos sabían lo que le hicieron todo ese tiempo. Nadie diría una palabra. Ellos solo lo miraron.
Estaba en la cama, afortunadamente cubierto por una sábana. Solo se mostraban sus brazos, hombros y cabeza, y parecía que podía desaparecer en cualquier momento. Albus parecía un gigante a su lado. Sirius miró al anciano, completamente devastado mientras miraba a Severus, y se preguntó si Moody tenía razón. Tal vez lo fuera, pero tal vez Albus no decidió alegremente dejarlo allí. Quizás no quería hacer eso. Quizás tenía que hacerlo. Eso no lo hizo menos culpable. Si fuera verdad. No podía saberlo. Sin embargo, Sirius ya no quería que estuviera cerca de Severus. La Sra. Pomfrey dijo que necesitaba estar solo, pero alguien tenía que quedarse a su lado. Ella lo trató con una poción para insomnio para que no se despertara, pero nunca podrían saberlo.
Albus, Kingsley y Alastor se fueron junto con la Sra. Pomfrey sin decir mucho, si no que regresarían en pocas horas. Albus se ofreció a quedarse también, pero Sirius se negó, diciendo que necesitaba dormir. Que había tenido un día largo. No dijo nada sobre los sospechosos de Moody. No preguntó. Simplemente lo tranquilizó y lo dejó ir.
De hecho, había sido una noche larga. Y otro día y otra noche hubieran esperado a Sirius. El día habría llegado pronto. La ventana de la habitación estaba cerrada para que no entrara la luz. Habría leído un libro a la luz de la vela y habría esperado, esperado, pedir perdón y rezar para que se curara y mejorara.
