My Home --¥Yoonmin¥--

🍂S-I 🍁

(advertencia, en este capítulo se tocarán temas fuertes, si estás pasando por momentos difíciles... leer con música feliz, las luces prendidas, en familia y con caricaturas de fondo :D bueno, tampoco es para tanto pero de igual manera coloco la advertencia XD)

Solar dejo a yoongi en su compromiso y se fue manejando tranquilamente, se sentía tan feliz de que todo el tratamiento estuviera funcionando, que gracias a que yoongi se estuviera abriendo ya tendria un amigo.

Una vez llevo a la casa, entro y comenzó a ordenar, coloco música y se puso a bailar mientras cantaba usando la escoba como micrófono, entro a la cocina he hizo la cena, cuando los platos estuvieron limpios se decidió por ordenaría sus papeles, se metió a su despacho y se arrodilló frente a unos cajones, de donde comenzó a sacar folder tras folder, algunos eran de cuando iba a la universidad, otros del trabajo, de sus prácticas, etc.

No los tiraba, no podía, tenían un valor sentimental, agarro un folder de tapa azul, con flores secas pegadas en la tapa.

Lentamente pasaba hoja tras hoja, sonriendo mientras recordaba, estaba tan ensimismada que sin querer se resbaló un sobre de entre las hojas que había pasado y se encontraban colgadas.

Llevo su vista al sobre blanco, los recuerdos llegaron a su cabeza haciéndola temblar, llevo su mano a ella y después de tres intentos logró cogerla del suelo, la había olvidado por completo, ya habían pasado años de eso, pero aún lo extrañaba.

Esa carta la dejó su hermano menor...

Intento ponerse de pie en ese momento, pero sus piernas no reaccionaban, así que solo llevo la carta a su pecho y sollozo en silencio.

Ya había ido a tratar con la culpa a un psicólogo, pero a pesar de haberlo tratado, aún lo extrañaba demasiado.

Esa carta fue dejada en su escritorio unas horas antes de la gran tragedia, su hermano le había dicho que en su colegio lo fastidiaban, pero solar nunca le prestó mucha importancia, creía que solo fueron exageraciones, sus padres se la pasaban trabajando, no eran una familia de muchos recursos por lo cual estudiaba gracias a una beca.

Cuando su hermano llegó a casa llorando días antes, solar solo lo ignoro y continuó estudiando, están en semana de exámenes y no tenía tiempo ni para dormir.

Por ende, no se daba cuanta como su hermano había cambiado, de ser un niño al cual se brillaban los ojos de tan solo escuchar los pájaros cantar y que hablaba hasta por los codos, a uno que no hablaba ni consigo mismo, siempre con la miraba baja, y muy arisco con el contacto físico, lloraba en las noches y según la autopsia, se auto lesionaba.

Fue esa tarde que solar había llegado a casa directo a dormir, por fin habían finalizado las pruebas, llegó al cuarto que compartían y se desplomó en la cama.

Despertó a media noche por el sonido de su celular, contestó con los ojos aún cerrados y medio dormida, eran sus padres, llamaban preocupados, al comienzo ella no entendió por qué lloraba su madre y el constante ruidos que había de fondo.

Y entre todo ese lío solo llegó a entender una oración.

- Adán está muerto-

Las personas que vieron al joven en la azotea no logró llamar a tiempo a la policía, cuando el joven de no más de diecisiete años se había cortado las muñecas, clavado el cuchillo en su abdomen y dejarse caer al vacío, su meta era morir y se aseguró de que así fuera.

Solar se dio cuenta de la existencia de la carta, cuando regresaron del funeral, la abrió lentamente y comenzó a leer.

En la carta explicaba cosa una de las cosas que sus compañeros de hacían a su hermano, desde obligarlo a robar exámenes, a forzarlo a comer insectos, como lo golpeaban, humillaban, lo obligaron a acostarse con una de sus compañeras y por cada vez que se detenía le clavaban una jeringa en cualquier parte del cuerpo, no era solo un compañero, era todo un grupo que lo habían agarrado como su corderito, al terminar de leerlas se dio cuenta que la última hoja era de un color más claro, y es donde a Solar se le bajo la presión, en esa hoja contaba su mayor miedo cuando era niño, como le aterraba las alturas, las agujas y la muerte y como su pensamiento respecto la muerte había cambiado, hablaba de ese acto como la mejor idea que se le hubiera ocurrido, podía leer la alegría en cada palabra, miraba a la muerte como algo que le traería la tranquilidad que tanto anhelaba.