¿Que yo que?
– No estoy entendiendo, perdona ¿quieres volver a explicarme? – la terminología que ha usado de mercadotecnia, representaciones y otras cosas no ha sido clara para mi.
– Ok, te explico de una manera más descriptiva – coloca sus manos en el escritorio, Alexander es un hombre guapo, rubio de ojos... ¿verdes? ¿azules? algo así, sus facciones son marcadas, sobre todo la mandíbula, su cuerpo es firme, además es amable, es un buen hombre para mi hermana si ella no fuera tan exigente – Estamos buscando algo nuevo para el área Latina, todo esto quiere un proceso, las propuestas llegan a nosotros y las evaluamos, estamos 'cazando' – hace el ademán de comillas con las manos – algo nuevo. Hace unos días llegaron a nosotros varios proyectos, hemos visto muchos, han pasado en filtros para elegir a los mejores y nos quedamos con tres, de esos tres necesitamos elegir a uno.
– ¿Tu quieres que yo me encargue de elegir? – Alexander asiente con una sonrisa emocionada – Pero tú tienes un equipo de analistas, productores o que se yo encargados de eso, ¿porqué quieres mi opinión?
– Tu lo has dicho, los tengo, y como te dije esos fueron los filtros que han pasado, ya los han evaluado. Ahora necesito tu punto como el de la espectadora, en Latinoamerica se ha extendido más lo Amaricano, y ha sido un éxito. Pero queremos algo para nuestra compañía Latina, actualmente lo que tenemos allá no está dando lo mejor. Tu eres Latina, no es un secreto que tu madre tenía una maravillosa voz que Alonso ha heredado y tu también. – yo no sirvo para estar en público, solo canto en la ducha y con mi familia, esas nunca han sido mis aspiraciones – Supongo que sabrás un poco del tema y por eso también elegiste quedarte con nosotros, no quiero a alguien experto, quiero a una adolescente que disfrute de la Música – Tiene un buen punto.
– En realidad tengo miedo, pero ¿y si me equivoco? – me hundo en mi asiento.
– Tranquila, solo quiero otra opinión, aún no depende de ti, sin presiones – eso me tranquiliza
– ¿Para cuando quieres una respuesta?
– Mañana.
– Claro, sin presiones.
– Lo siento pero necesitamos agilizar todo.
– Está bien – admito que ahora siento un poco de emoción, y miedo por supuesto.
– Genial – se levanta de su asiento. Antes de que pueda decir algo más lo interrumpo.
– Oye, espera, tu también tienes raices latinas, tu padre es un cantante mexicano reconocido.
– Si, pero necesito una adolescente loca con hormonas alborotadas – ¿Que yo que?.
– No tengo hormonas alborotadas – me cruzo de brazos y entrecierro los ojos.
– ¿Cuantos años tienes?
– Casi 18
– Adolescente loca con hormonas alborotadas – afirma con una sonrisa divertida, le saco la lengua – ¿Ves?.
– Déjame en paz, tú me pasas los archivos o como.
– Cierto – Busca en su escritorio – Toma, puedes escucharlos acá y llevártelo a casa hoy – me entrega una memoria USB – En la sala de reproducción hay un excelente equipo de sonido, hoy no lo ocuparán, llamaré para que te dejen entrar y no te molesten, te va a encantar.
