Marcos Acabé hace nada de entrenar y ni te imaginas las ganas que tengo de verte.
Yo Pues vente a mi casa
Te invito a cenar
Marcos Solo a cenar?
😏
Yo Quién sabe
Marcos En media hora estoy allí
Yo Me muero de ganas
***
Estoy preparando las cosas para hacer la cena y me suena el móvil. Es María.
- Veo que no puedes vivir sin mi -digo cuando lo cojo y escucho a María reirse.
- ¿Te vienes a tomar unas cañas por el centro? -pregunta.
- No puedo, ya tengo planes.
- Tu has quedado con Marcos, ¿verdad?
- Me mandó un WhatsApp cuando salió de entrenar diciendo que ni me imaginaba las ganas que tenía de verme, y le he invitado a cenar en mi casa.
- ¿Y qué te dijo?
- Que si era solo a cenar.
- Uy que viciosillo.
Suelto una carcajada.
- Si si ríete, que tu hoy tendrás postre especial.
- Que solo vamos a cenar pesada -digo mientras saco una sartén.
- Eso no te lo crees ni tu tía. Ponte algo sexy por si acaso, que tu esta noche triunfas.
- María por dios.
- Te tengo que dejar. Ya me dirás mañana que tal. Chao.
- Chao.
Cuando cuelgo, me pongo a hacer algo de cena y mientras se va haciendo, voy a mi habitación a ver que me pongo.
Me visto y le mando una foto a María.
Yo
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***
Justo cuando le envío la foto a María, suena el timbre.
- El portal estaba abierto -dice Marcos cuando abro- Madre mía, creo que prefiero ir directamente al postre -dice cogiendome de la cintura, para luego besarme.
- Maaarcos, que vamos a cenar -digo cerrando la puerta- ¿Puedes acabar de poner la mesa porfa? -digo yendo a la cocina.
- Claro -dice Marcos cogiendo las servilletas y los vasos.
Cuando ya está todo en la mesa, voy a por la cena.
- Espero que te guste -digo quitándome la camisa y sentándome para cenar.
Cenamos hablando de nuestras cosas, poniéndonos al día de lo que ha pasado durante estos 3 años.
Cuando acabamos de cenar, me ayuda a recoger la mesa. Marcos se sienta en el sofá y yo preparo un Puerto de Indias con 7up y gominolas para cada uno.
- ¿Y quién nos iba a decir después de todo que íbamos a estar así otra vez? -digo sentándome a su lado.
- Ya ves. Es que miro 3 años atrás y me parece mentira -dice dándole un trago- Mmm, está rico.
- El toque de las gominolas es especial.
- ¿Sabes que nos ha faltado el postre? -dice posando la copa en la mesilla.
- La verdad es que no tengo nada -río.
- Creo que no me entiendes -dice Marcos acercándose a mi.
Me pone un mechón de pelo detrás de la oreja y deja su mano en mi mejilla, se acerca a mi y empieza a besarme.
- Creo que ya voy entendiendo -digo entre beso y beso.
Cuando el beso va aumentando de intensidad, Marcos hace que me siente en sus piernas. Cuando lo hago pone sus manos en mi cintura y me acaricia la espalda.
Se levanta conmigo en cuello y pone sus manos en mi culo para sujetarme. Empieza a caminar hacia mi habitación.
Cuando entramos, apoya mi espalda contra la pared. Deja mis labios para empezar a besar mi cuello. No puedo evitar morderme el labio.
Empieza a caminar hacia la cama y me posa delicadamente sobre ella. Poco a poco, vamos deshaciéndonos de nuestra ropa.
***
- Muchas gracias por la cena -dice Marcos mientras vamos hacia la puerta- Pero el postre ha sido insuperable.
Pongo mis brazos en su cuello y le beso.
- Postres más bien -Marcos suelta una risita.
- Ya hablamos, ¿vale? -dice, a lo que yo asiento- Buenas noches -me da un pico.
- Buenas noches -sonrío.
Al día siguiente
- A ver, deja que te mire -dice María cuando me abre la puerta.
- Pero déjame pasar primero.
Me deja entrar y vamos al salón.
- Que agujetas tengo tía -digo sentándome despacio en el sofá.
- LO SABÍA -dice- ¿Qué tal fue todo?
- Impresionante.
- Quiero más datos.
- 3 veces tía.
- No -dice sorprendida, a lo que yo asiento- Madre mía, como se nota que el chico está en forma.
- Ya ves.
- Pero, ¿vais a volver a salir juntos? -me pregunta y yo encojo los hombros - ¿No habéis hablado nada? Bueno, hablar lo que se dice hablar...
- Nos veremos de vez en cuando. Volver a salir no sé yo.
