Tres Amores (Sujin/Kookjin/Taejin)

Min Yoongi parte 1

(Las partes de Yoongi serán largas y habrá más de 6)

El colchón de Seokjin se hundió por el peso de alguien logrando que el castaño se despertara abruptamente encontrandose con su pequeño hijo sentado en la orilla de su cama abrazando a su cuerpo, su viejo oso de peluche.

—Appa...

La voz llorosa de Yeonjun le hizo abrir los ojos por completo.

—Junnie, ven aquí —Seokjin extendió su brazo para tomarlo de la mano y con la otra abrió sus mantas haciendo un espacio para su pequeño— ¿Tuviste un mal sueño? —le pregunto con la voz ronca. Él asintio. Seokjin dormía profundamente sin imaginar que su hijo le iría a buscar a mitad de la noche— ¿Quieres contarme? —le pregunto sintiendo de nuevo los párpados pesados, Yeonjun se acurrucó más al cálido pecho del castaño como buscando refugio, subió su mirada y negó repetidas veces con un puchero pronunciado en sus labios— Entonces, volvamos a dormír —dijo cerrando los ojos— mañana tenemos que levantarnos muy temprano.

Soltó un suspiro y atrajo más a su lado el cuerpo de su hijo luego de escuchar su hipear, lo sintió temblar incluso. Seokjin le acarició entonces su espalda con cariño buscando tranquilizarlo y que logrará volver a dormir pero luego de un rato sintiéndolo de aquella manera abrió los ojos y parpadeo confundido.

—Yeonjun, —le hablo— ¿Tan malo fue?

El niño asintió y le abrazo con fuerza a la cintura pegando su rostro al pecho del castaño.

—Solo fue una pesadilla. —Le dijo con cariño acariando sus cabellos negros—. Lo que sea que hayas soñado, eso no va a pasar lobito...

—Appa... —Yeonjun lo miro luciendo muy inseguro a lo que él castaño le dijo, porque el sueño había sido tan real que casi se hace en sus pantalones del pijama y al despertar agarro a su oso y corrió apresuradamente al cuarto de su padre el castaño—. Soñé.., —Seokjin le puso atención— que había un fantasma y que.., —hipeo— que me veía muy feo con, con sus ojos muy grandes como de uvas negras —el castaño apretó sus labios para no sonreír— y estaba parado atrás de la puerta...

—¿Dices que un fantasma estaba viéndote detrás la puerta? Pero eso no... —Seokjin estaba por aclararle a su hijo que en efecto todo era una pesadilla sin embargo lo que Yeonjun le dijo después, le cortó las palabras.

—Si —murmuro temeroso— el abrió la puerta y...

—Él —repitió Seokjin— pero lobito, ¿cómo sabes que era un hombre?

—Appa —Yeonjun abrió sus ojos al recordar nuevamente y luego los cerro con fuerza por el miedo— es que se parecía a mí —el ceño de Seokjin se frunció— pero yo no era —nego— yo dormía por eso no podía ser él...

—No, claro que no... —musitó extrañado el castaño. Lo que debía de hacer era calmar a su pequeño y decirle que todo era una horrible pesadilla, abrazarlo y transmitirle seguridad y confianza para que olvidará aquello. No obstante eso también había provocado en el, un escalofrío que le recorrió la espalda y le helo la sangre porque ese “fantasma” que había soñado Yeonjun no era eso sí no Taehyung. Seokjin estaba seguro, no podía equivocarse aunque lo deseaba. Su hijo había soñado con Taehyung y eso lejos de sorprenderle, le hacía temer y preocuparse ya que Seokjin había decidido que Yeonjun no sabría absolutamente nada de la vida de su padre.

Taehyung no existiría en sus vidas.

—Y... ¿Y luego te.., te dijo algo? —Le pregunto muy intrigado.

Yeonjun asintió sorbiendo la nariz.

—Dijo que me buscaría. —Confeso con temor— y que me ve va a llevar con él —sollozo— también dijo que ya no te voy a ver porque...