Min Yoongi parte 6

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—Estas muy bien, Jin —dijo Jungkook en tono dulce, pero aún perplejo por la sorpresa de volver a encontrarse con su primer amor.

—Tu también —sonrojo. Jungkook había cambiado bastante. Ahora estaba más alto con las facciones de su rostro más marcadas, tenía un aro de plata en su oreja, su cuerpo era robusto y su voz aunque ahora más grave era la misma que le susurraba los “te amo” al oído y que le contaba uno de sus más grandes sueños provocando que su corazón explotará de emoción porque era el que algún día, llegarían a casarse.

—¿Y.., que haces aquí? —pregunto el chico un tanto ansioso por saber de su vida.

El castaño sonrió apenas y alzo la vista hacia él.

—Yo debería preguntar eso —respondió cabizbajo—. Creí que jamás te volvería a ver...

El recuerdo de aquella tarde dónde terminaban su relación con una dolorosa despedida, se hace presente entre ambos como una sombra oscura y un sentimiento de culpabilidad puede verse asomar en el rostro de Jungkook.

No necesita escucharlo de los labios del castaño. Él sabe por la expresión triste de su rostro que el amor y cariño que alguna vez fueron para él, siguen latiendo fuerte dentro de Jin.

Y saberlo despierta aquel cariño que creyó, se había quedado olvidado en el pasado.

—Y me alegro mucho de habernos encontrado Jungkook —confeso con la mirada ensoñada— ¿Y tus padres? —quiso saber— ¿también están aquí?

Jungkook negó con media sonrisa.

—No, —suspiro— solo... —hizo una pausa sintiendo pesar de pronto por tener que decirle la razón de su estadía en el país—. Solo vine yo.

El amor y los recuerdos de su noviazgo fueron haciéndose presentes, uno tras otro, mientras seguían hablando de todo y de nada al mismo tiempo.
Jungkook había guardado la imagen de Jin cómo algo valioso y de suma importancia en su mente. Cada cuando lo pensaba y sonreía, no le costaba imaginarlo bien, haciendo lo que le gustaba y conociendo quizás alguien de quién pudiera llegar a enamorarse nuevamente. Así como a él le sucedió.

GoMik es una chica dulce y linda, la quiere mucho y es la mujer que escogió para ser su esposa.

Pero Jungkook no desea hablar de ella. Por ahora siente que solo necesita estar con él castaño y saber de su vida. Escuchar todo lo que hizo, escucharlo reír, verlo sonreír. Porque su corazón late con fuerza al volver a ver de nuevo esos ojos avellanas de Jin.

Es algo mágico. Es este encuentro que ha despertado en ambos algo más que la ilusión del primer amor de su juventud. Que incluso ya comienza a sentir las leves punzadas de emoción, de gusto y de placer. Jungkook entonces se atreve a tomarle de la mano y lo jala hacia él para estrecharlo entre sus brazos.

Seokjin no se sorprende al contrario estaba ansiando tanto algo así pero no sé atrevía, extiende sus brazos alrededor del torso de Jungkook y suelta de sus manos la revista que él hombre le había dado como regalo. Lo abraza también con cariño y cierra los ojos un momento para disfrutarlo.

Siente mucha emoción y alegría, sus ojos se llenan de lágrimas. Realmente lo había extrañado tanto. Jin abre sus ojos y entre parpadeos levanta su rostro buscando encontrarse con su mirada.

Jungkook también lo hace y le sonríe. Luego se quedan así, sin poderse decir nada no se alejan solo se miran recordando lo que fueron y sus manos reconocen el tacto y la calidez del otro. De pronto Jungkook se inquieta porque Jin se a puesto en las puntas de sus pies, quiere besarlo.

Tres Amores (Sujin/Kookjin/Taejin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora