Min Yoongi parte 3

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—Te dije que te recogería a las 7 —le recordó el hombre al castaño con algo de molestia en su voz— y mira a qué hora estamos saliendo.

—Lo siento sr Min, pero es que tuve problemas con Yeonjun...

Muy temprano por la mañana Jin se levantó se dió un baño a conciencia para que las máquillistas no perdieran tiempo en lavarle el pelo y la cara. Preparó el lunch de su hijo y cargo una pequeña mochila con un libro de dibujo algunos crayones y uno que otro juguete para que Yeonjun se entretenga en lo que él termina con el último día de grabaciones.

No obstante, perdió todo el tiempo que había hecho cuando Yeonjun no quería despertarse, ni cambiarse. Y subió al lujoso auto del hombre con media hora de retraso.

—¿Que problema? —pregunto el hombre arrancando el auto con velocidad, tiene prisa por llegar a la locación— ¿Enfermo?

—No, pero es que no quiso levantarse —menciona un poco apenado viendo que su lobito se quedaba otra vez dormido en sus brazos.

El hombre rió sin poder evitarlo, imaginarse al castaño lidiando con el niño hizo que su cuerpo se relajara. Con eso trayendo a su mente los recuerdos de su infancia, cuando era un niño perezoso para madrugar y por ende hacer los deberes era todo un caos.

Seokjin se contagio al escucharlo, noto que incluso las facciones duras de su rostro se desvanecían y en un impulso de confianza le dijo.

—Suena gracioso, pero le aseguro que no es así —dijo con voz suave viéndole por el reflejo del espejo retrovisor— Yeonjunnie tiene el sueño pesado y hacer que se levanté de la cama es muy difícil a veces...

—Puedo creerte —comento el hombre sin quitar la mirada del camino— cuando era un niño, odiaba tener que madrugar. Mi madre y yo siempre peleabamos por eso

—No me lo imagino —admitió Jin sintiendo de pronto más agradable el viaje en el auto.

El hombre sonrió.

—Te lo juro, es verdad

Yoongi le miro por un instante por el espejo retrovisor notando que el chico le ponía atención y eso le gustó.

—¿Entonces porque ahora es diferente? —pregunto Jin— Sr Min, por lo poco que he visto de usted, puedo asegurar que no es de las personas que le gusta desperdiciar ni un segundo de las 24 horas del día

Yoongi asíntio colocando ambas manos en el volante mientras conducía el auto por una curva cerrada, provocando que el niño se sobresaltara adormilado en los brazos del castaño por el brusco movimiento.

Redujo la velocidad luego de percatarse de eso y continuo.

—Mi madre también fue madre soltera. —Confeso el hombre. Le resultaba extraño que estuviera contándole algo tan personal a alguien a quién apenas había conocido, sin embargo Jin le inspira confianza y siente que con el chico puede ser el mismo. No sabe porque, quizás porque tuvo la misma suerte de su madre fallecida, quizás—. Y no me daba cuenta de lo difícil que fue para ella criarme hasta que crecí.

Las palabras del hombre le conmovieron hasta el punto de que sus ojos cafés, se llenaron de humedad y su pecho de tristeza. Puede entender perfectamente a lo que Yoongi se refiere, lo sabe porque es precisamente lo que siente cada día de su vida, ama a Yeonjun y no se arrepiente de nada en absoluto, lo volvería a tener si es posible.

Sin embargo Jin desea que las cosas no fueran tan crudas y difíciles. En el fondo sigue anhelando encontrar el amor sincero, con el que pueda apoyarse y sentirse protegido, alguien que quiera a su pequeño como suyo y puedan llegar a hacer la familia que Yeonjun tanto necesita.

Tres Amores (Sujin/Kookjin/Taejin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora