17. Fortaleza.

919 49 24
                                    

Catalina despertó bastante malhumorada, tal vez eran las hormonas o tal vez era solo ella. Abrió la puerta, en la que se encontraba Charly dormido, al abrirle el cayó en el piso y se dió un golpe en la cabeza haciendolo despertar, soltó un quejido ronco.

—¿Vos que haces ahí? Pareces un indigente. Levantate. —Lo patea suavemente—.

Él se quejó otra vez.

—¿Puedes parar de maltratarme? Te he estado esperando para hablar.

—Pudiste haber dormido tranquilamente en tu cuarto, no quedarte ahí acostado como un perfecto imbécil.

—Pues gracias por el trato ¿No?

—Si es la verdad. Solo un imbécil se queda ahí, ve a bañarte. Hueles mal. Tengo cosas que hacer, podemos hablar después.

—¿Mal? No huelo mal. Estás como de malas hoy ¿No? ¿Comiste alacrán?

—Tal vez. Y le voy a dar de comer a los lobos tus huesos si no te apartas de mi vista.

—Perdón? ¿Qué te pasa? ¿El embarazo?

Catalina suspiró y movió su pierna con desesperación, estaba de mal humor.

—Estoy ocupada como para esto, Charly. No quiero mas problemas, no estoy para dramas. Iré a hablar con Yeimy ¿Ok?

—¿Con Yeimy? —Se levantó de golpe— ¿Para qué?

—Porque a diferencia de ti, si uso la cabeza. Y a pesar de que eres un imbécil, no quiero perder tu amistad.

Charly sonrió de oreja a oreja, reacomodó su camisa y la abrazó.

—Te quiero mucho, Cata. Aunque vos no a mí.

—Hueles como si no te hubieras bañado en 3 días, iugh. —Hizo un gesto de asco y lo empujó—.

—Cuando estás embarazada te pones mas insoportable que nunca. Tendré que esperar 9 meses para que me quieras otra vez.

Catalina rió y lo sacó, cerró la puerta y a empujones lo llevó a su habitación, tocó la puerta.

—¡Yeimy! —Gritó— No entiendo porque te dejó hacer el ridiculo... y por tanto tiempo —Murmura, y suelta una risita.

—¡Ahí voy! —Sale corriendo, se escucha el sonido de unos tacones, abre la puerta— Ay y a este que le pasó?

—Pues.. no sé si te diste por enterada que durmió en la puerta de mi habitación. Lo traje para que duerma mejor. Y necesito hablar con vos. —Indicó algo seria.

—Si van a hablar, yo puedo irme solo.. tampoco estoy borracho. Solo tengo la espalda un poquitín jodida —Se pone una mano en la espalda y corre a tirarse en la cama.

—Es un idiota —Se rie— Pasa Cata, hablemos. También tengo que preguntarte un par de cositas.

Catalina asintió y entró, ambas se sentaron en el mini balcón de la habitación.

—Bueno Yeimy.. respecto a lo de ayer en la cena, te confieso que me sentí muy incómoda, sí. Estaba bastante emocionada por contar mi noticia, pero no pasa nada, no vine a reprocharte eso. —Hizo un gesto con las manos, restandole importancia.

—Quería ofrecerte una disculpa, Catalina. Porque.. me salí de mis casillas ¿Sí? No me molesta, ni me pone insegura tu amistad con Charly. Solo me sentí abrumada, pensé que era "nuestro momento" y no es así. Fui egoísta, y te pido una disculpa por eso.

—Te me adelantaste como 7 pasos.. justo venía a hablarte de eso, mira, yo no quiero hacerte sentir insegura ni nada de eso. Pero tampoco quiero perder mi amistad con Charly. —Le tomó la mano.

Todo me lleva a ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora