Después de un largo descanso en Tranzelore y un nuevo ciclo de regeneraciones para el Doctor, tenemos que volver a recorrer todo el espacio-tiempo. Clara y Ananda tiene que aceptar que mi esposo y yo no somos las mismas personas que conocieron.
Viej...
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Me encuentro sentada en el piso mientras leo Harry Potter y la Orden del Fenix. Simplemente, adoro el libro porque es lo más cercano a un en pleno siglo XXI. El Doctor se encuentra concentrando haciendo algunas de sus operaciones cuando escuchamos que tocan la puerta.
Los dos nos acercamos para que él abra la puerta. Nos detenemos al ver que nos encontramos en medio de un bosque e intercambiamos miradas. El Doctor y yo bajamos miradas para encontrarnos a una niña con el uniforme de Coal Hill que no debe pasar de los 10 años con un abrigo rojo, una mochila y su cabello castaño recogido con una diadema. Parecía que tenía poco de levantarse.
- Estoy perdida. ¿Me pueden ayudar? - pregunta la niña.
- Es por ahí - el Doctor señala a la derecha.
El Doctor me mueve con su mano para que pueda cerrar las puertas de la TARDIS. Él solo quiere volver a la tranquilidad que teníamos antes de que llegara la niña. Hago un movimiento para moverlo y abro nuevamente la puerta. No sé si ya se dio cuenta que hay una niña de la escuela de Clara en medio de un bosque sola.
- ¿En que te podemos ayudar? - le pregunto a la niña.
- ¡Esos árboles! - ruedo los ojos al escuchar el comentario de mi esposo.
- Necesito al Doctor y a la Eterna Acompañante. ¿Ustedes son el Doctor y la Eterna Acompañante?
- Sí, lo somos - respondo confundida.
- ¿Tienes una cita? - pregunta el Doctor esta vez -. Necesitas una cita para ver al Doctor, y por ende, a la Eterna Acompañante.
- Por favor, algo me persigue - sus palabras llaman mi atención.
- Adelante - le hago una seña con la cabeza para que entre.
Los dos nos hacemos a un lado para que la niña pueda entrar. Veo como ella se queda sorprendida con la majestuosidad de la TARDIS. Le sonrió para ver que el Doctor se voltea en dirección a la niña, que acaba de soltar un suspiro.
- Cuando bebes un vaso de soda, es solo de este tamaño - el Doctor hace un movimiento con las manos -. Pero en realidad, tienden esto de azúcar - el Doctor extiende sus brazos -. Esto más o menos así.
- ¿Qué cosa? - pregunta la niña.
- La TARDIS - respondo yo con una sonrisa mientras subimos la escalera más cercana a la puerta.
- Es más grande por dentro, que por fuera - aclara el Doctor -. O no lo note.
- Solo pensé que podría ser más grande por dentro, así que... no dije nada.
- Eso explica porque no dijo el Es más grande por dentro que por fuera.
- Y por supuesto que debe ser más grande - comenta el Doctor -. Es confunde a mucha gente.
