—Traten de aprenderse la tabla de la página 5 y respondan las preguntas de la página 7 y 8 —dijo el profesor Flitwick—. Pueden retirarse, muchas gracias.
Harry comenzó a guardar sus cosas lo más rápido posible, miró hacia la puerta y sonrió, sus amigos estaban afuera esperándolo. Terminó de guardar todas sus cosas, las tomó y salió del salón más animado a comparación de como había estado más temprano.
—¿Cómo te sientes? —preguntó Ron.
—Me siento harto de español, pero mi humor está mejor —respondió el más pequeño con una sonrisa.
—¿Me perdí de algo? —preguntó Hermione mirando al pelirrojo.
—No, Harry estaba de mal humor cuando llegamos, es todo.
—Por cierto Hermione ¿Por qué no te vimos antes de entrar a las primeras clases? —preguntó Harry.
—Oh, acabo de llegar de echo. Estaba en una cita en ortodoncia, tenían que ajustarme los brackets —mencionó.
Ambos chicos hicieron una mueca de dolor.
—¿Está todo bien? He oído que eso duele mucho.
—Oh sí que duele. Justo ahora quiero arrancarlos de mi boca y tirarlos lejos.
—¿Y de qué color pusiste las ligas? —preguntó Ron sonriendo.
—Azules.
—A ver, a ver.
Hermione hizo una leve sonrisa y luego le mostró sus brackets a su amigo por un momento.
—Ohh, se ven muy bonitos —halagó Ron.
—Gracias —respondió Hermione mirando al pelirrojo.
Harry tomó su teléfono para buscar su horario en la galería y saber cuál sería su próxima clase, entonces un rugido bastante fuerte proveniente de su estómago.
—Tengo hambreeee ¿Ustedes no?
—Sí, de echo no alcancé a desayunar hoy.
—Yo en realidad no quiero nada, esta cosa en mi boca me molesta como nunca.
—Oh bueno, buscaré en mi bolso, por aquí debo tener algo de dinero para conseguir algo para Ron y para mi.
—Oh Harry, no tienes que hacer eso, enserio. Yo creo que por aquí tengo un poco de dinero para comprarme un refresco.
—No seas tonto Ron —Harry bajó su mochila al piso y buscó con más comodidad ahí—. Si tengo sin problema te compraré algo, solo espera un momento... ¡Sí! Encontré dinero, así que vamos que quiero comprarme algo.
Los tres adolescentes caminaron juntos hasta la cafetería, donde dos de ellos pedirían de comer hasta que el receso terminara.
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El clima en esos momentos no era el mejor, justamente ese día estaba horriblemente caluroso, tan lleno de sol que un solo tacto con este hacía que tu piel ardiera como nunca y Draco odiaba muchas cosas en su vida, pero las dos cosas que más odiaba eran: Las películas de acción y el calor.
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Pulguita
FanfictionHarry era un chico pequeño y flacucho que siempre soñó con el día en que se hiciera tan grande y fuerte como su padre, sin embargo la vida parecía tener otros planes y debido a una enfermedad hormonal no pudo crecer con normalidad Para fortuna de s...