Capítulo 13🐰

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El sol de la tarde estaba bastante caliente para ser las 3, el camino a su casa por alguna razón se le había hecho demasiado extenso, como si esa vez el camino hubiese sido más largo de lo habitual (cosa que obviamente no podía ser posible).

A lo lejos visualizó su hermosa casa y caminó más rápido para llegar de una buena vez. Metió las llaves en la cerradura y abrió, nadie le esperaba dentro, sus padres estaban trabajando en ese momento. Caminó hacía la cocina donde había un poco de comida que su padre había dejado hecha.

Pero él no quería nada de comer, sentía una molestia en su interior que no podía parar, tenía la sensación de que debía hacer algo para poder soltar ese nudo tan tenso en su interior. Entonces pensó en Draco y en lo que le había dicho durante el receso, tal vez debió haber hablado más a fondo con él.

Miró su teléfono con insistencia, su mente le gritaba con todo su ser que le enviara algún mensaje, Draco vivía no muy lejos de su casa, tal vez podían verse y hablar sin público escolar a su alrededor, pero la sola idea de pedirle verse lo ponía tan nervioso que sentía como sus tripas se movían bruscamente, incluso al punto de provocarle pequeñas náuseas, eso con tan sólo pensar en ponerle un mensaje ¿¡Qué iba ser de él si se miraban!?

Puso su teléfono en su escritorio mientras él se sentaba en la silla, se mantuvo serio mirando el aparato, no podía decidir si enviar el mensaje sin pensarlo tanto o acostarse, darse una siesta y soñar con un final feliz en su vida.

Tomó su teléfono y lo sostuvo en sus manos mientras lo acariciaba con la yema de sus dedos ¿Y si rechazaba su petición? «pero ¿qué tal si no?» no podía saber la respuesta a esa pregunta si no lo intentaba.

Respiró profundo y entró a la mensajería, miró por varios segundos el nombre del rubio en una burbuja de chat.

«¿Debería o no debería?»
«¿Debería o no debería?»
«¿Debería o no debería?»

Esa misma pregunta rondó por su cabeza una y otra vez, hasta que finalmente decidió que no tenía nada que perder si lo intentaba ¿Qué más daba? No es como si estuviera haciendo algún trato ilegal.

Formuló el mensaje, escribió y borró el mismo mensaje unas veinte veces, hasta que se decidió por el que consideraba más decente.

"¿Podemos vernos? Creo que deberíamos hablar".

Tocó el botón de enviar y ya no tenía vuelta atrás, por la vergüenza y nervios, bloqueó su celular y lo puso lejos de su alcance para evitar escucharlo vibrar o ver la respuesta del rubio.

Aún con su intento escuchó el teléfono vibrar por lo que seguramente era la respuesta de Draco. Respiró profundo y se preparó para la respuesta que le habían dado, tomó su teléfono y con los ojos cerrados lo desbloqueó con la huella digital entrando directamente en la conversación con Draco.

Abrió despacio los ojos y miró por fin la respuesta del rubio.

"Sí, por supuesto".

Sacó el aire que tenía retenido en sus pulmones y sonrió con emoción. Luego de la respuesta llegó un mensaje extra.

"¿Dónde?".

Claro, había olvidado el detalle de dónde, quería hablar en privado, pero su habitación y su casa no eran buena idea, a pesar del espacio que sus padres le brindaban, eran unos chismosos de primera.

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