capítulo 2

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Shiori

Ya estábamos a un día de dejar nuestro hogar, ya teníamos todo empacado y todos los muebles ya estaban en nuestra nueva casa en Yokohama. Me encontraba en mi habitación, ya era de noche y mis padres y hermana habían optado por dormir temprano por tener que madrugar. Hoy no ví para nada a Korie, le había dicho que me iría y supongo que la noticia no le habrá caído muy bien porque no me ha hablado desde hace cuatro días, y todavía no tuve la oportunidad de despedirme apropiadamente de él.

Unos golpes a mi ventana me hicieron volver a la realidad. Al abrir la ventana me dí cuenta que se trataba de Korie, quién había subido hasta el segundo piso para verme. Abrí mi ventana dejándolo pasar.

— eres una maldita insensible, me estaba muriendo de frío... — susurró enojado.

— yo no te dije que vinieras — me burlé.

— chistosa — después de un momento de silencio algo incómodo, Korie fue quien decidió romper el silencio — . Perdón.

— ¿Por qué? — sólo me hacía pendeja, sabía muy bien el por qué se estaba disculpando.

— no te he hablado... Perdón, sólo que, es que me tomaste por sorpresa ¿Sabes? El chiste era que el que se tenía que ir iba a ser yo — eso último lo dijo de broma — . Se supone que el que se iría primero iba a ser yo...

Me reí — . Parece que te gané.

Korie me abrazó repentinamente y sentí su cuerpo temblar, a consecuencia de eso yo también comencé con el llanto, se nos fue difícil llorar en silenció por lo que soltabamos algunos sollozos. Korie se separó lentamente de mí, su rostro estaba totalmente mojado.

— Shori, idiota... Te voy a extrañar... Eres la única que nunca me juzgó por lo que soy ni por mi poder...

Yo aún en medio de las lágrimas tomé su mano y le respondí como pude — . ¿Cómo crees que iba a serlo? Fuiste el primero en dirigirme la palabra... Korie eres mi mejor amigo...

Él me volvió a abrazar — . Sólo no me vayas a olvidar...

Me reí debido a eso - . Idiota, nunca te olvidaré, ¡Además! Míralo por este lado — me separé de él y lo miré con una sonrisa rota — . Nos veremos en Yokohama en cuanto termines la universidad, yo sólo me adelantaré para preparar dónde serás un parásito.

— eres una chaparra muy astuta — me dió un beso en la coronilla de la cabeza, pero ya había llegado la hora de irse, si pudiera, me llevaría a Korie en una maleta, no quería dejarlo sólo. Obviamente, él no podía salir por la puerta así que se fue de la misma forma en la que vino, no sin antes despedirse — . Nos veremos otra vez, Shiori.

Ahora con una cascada en los ojos, le respondí irónica — . ¿Ves? Todo este tiempo pudiste decir bien mi nombre.

Sin más, Korie se fue, quitándome las ganas de dormir.

Dieron las cinco de la mañana y mi familia estaba despierta, lista para irse, en parte yo, sí estaba lista, pero tenía un dolor de cabeza horrible por la lloradera que tuve con Korie y por no haber dormido. Mi papá me llamó, tomé mis cosas y salí de mi habitación, dándole una última mirada llena de nostalgia.

En el camino, miraba con atención cada detalle de Juneau, quería grabarme todo, por si nunca volvía. En el aeropuerto sólo nos restaba esperar nuestro vuelo, todos estábamos cabizbajos, mamá tenía su cara demacrada y Asahiri sus ojos hinchados. Papá era un poco más estoico, a diferencia de mamá, Asahiri y yo, él sabía ocultar muy bien cuando estaba triste, a veces. A una hora de que saliera nuestro vuelo, acompañé a mi papá por café para mamá y un jugo para mí hermana.

Nuestro lazo  [BSD] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora