Hagámoslo (Bien Esta Vez) [Lumity +18]

Capítulo 2

El cielo del amanecer se apoderó de HuesosBurgo mientras Luz se dirigía a la Casa Búho; el cansancio se apoderó de ella ahora que la adrenalina había muerto, y descubrió que sus piernas aún le temblaban con cada paso que daba. Cuando la casa apareció lentamente a la vista, mirando entre los árboles, se detuvo momentáneamente para agacharse contra uno de ellos, suspirando.

Decidiendo ignorar el momento en que figurativamente la regañó en la pantalla de bloqueo, acercó la cámara, revelando sus chupones y las manchas de lápiz labial de Amity a través del reflejo. Ella hizo una mueca al verlos.

¿Valió la pena? Si, absolutamente. Sin embargo, ella no estaba de humor para ser sermoneada por el aquelarre de las chicas malas, especialmente no ahora; sacando un paño del bolsillo de su capucha, la humana limpió el lápiz labial, dejando el residuo sobre el pañuelo. Ella miró hacia abajo y sonrió. Tal vez no lo tire a la basura de inmediato; era lo más cercano que tenían a la prueba de su cita. Bueno, sin incluir...

Gruñendo, se frotó el cuello con cautela. Esto iba a ser difícil de ocultar. Dejando su teléfono a un lado, Luz se echó la capucha de gato sobre sus orejas, cubriendo su tez y sus marcas lo mejor que pudo. Su cuello no estaba expuesto al menos; le enviaría un mensaje a Gus para pregúntarle sobre un hechizo de ilusión en el momento adecuado. Hasta entonces, si alguien preguntaba, fue un incidente con el rizador para cabello.

Eso sí es que incluso tuvieran en el reino de los demonios.

Levantándose del suelo, miró hacia la Casa Búho; Deliberando durante un par de minutos, Luz optó por recorrer el camino más largo a través de la entrada de la cocina. Era la manera perfecta de entrar razonablemente con un mínimo de ruido.

No había alternativa real; no había ninguna posibilidad de que se arriesgara a despertar a Hooty. Si ella se encontrara en su punto de vista, se acababa el juego. Podría ocuparse de él en otro momento.

La puerta trasera gimió levemente cuando ella abrió muy tediosamente, deteniéndose tan pronto como hubo un espacio lo suficientemente grande para filtrarse. Agarrando la manija, se deslizó y cerró con cuidado el pestillo de la puerta detrás de ella. Emitió un pequeño click y Luz esperó que fuera lo suficientemente silencioso.

Sus suelas blancas repiqueteaban contra el piso de la casa mientras mantenía su postura ágil, tratando de evitar tanto sonido como fuera posible; una vez que tuvo confianza en su secreto, salió lentamente de la cocina, encontrándose en la entrada de la casa, mirando hacia el pasillo que adornaba la escalera que la conduciría a su dormitorio.

La humana casi apretó el puño en victoria; el final estaba a la vista. Casi había llegado, se dijo a sí misma; solo faltaba cruzar la sala y subir por la-

-Es bueno que finalmente te unieras a nosotros, niña.

Ella tragó, todo su cuerpo se congeló, la piel de gallina lentamente adornaba sus brazos, mientras la voz familiar llegaba a sus oídos.

Titán.

Girando hacia el sofá, la chica se encontró con la mirada sospechosa y helada de su mentora, con King sentado en posición vertical en su regazo. Intentó reflejar su mirada intimidante, y aunque era más adorable que amenazante, hizo que Luz vacilara de todos modos.

Ella estaba acabada. "Mejor Eda que su Mami", supuso, pero cualquier figura materna era una señal de problemas por delante.