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;; nota: cabe aclarar que algunas cosas que estén aquí NO existen en la vida real, así que no se hagan malos chismes para no terminar en Ventaneando.




























Jeon Jungkook tenía un acuerdo con todos los artistas que iban a promocionarse a su bar: solo irían una vez cada tres meses. Había pasado apenas una semana y la misma banda estaba ahí nuevamente ¿por qué? ¿por qué no reclamo? ¿por qué ahora mismo estaba disfrutando otra vez de las melodiosas armonías que producía cada uno de los integrantes? No se sabe, un enigma que nunca se resolverá.

Nuevamente, su mirada estaba dirigida al baterista de labios cuarteados y moretones mal maquillados, no entendía si sus moretes eran un tipo de maquillaje o eran reales y trataba de cubrirlos, en fin. Dejando de lado sus delgados brazos, su vista fue recorrida ahora a la respingada nariz del castaño, le parecía muy lindo ese detalle.

Varias horas pasaron, nuevamente, para que la presentación terminara y otro artista subiera a promocionarse, cabe aclarar que no todas las personas que subían al mini escenario eran muy talentosas: algunas solo daban shows de magia fallidos, intentaban cantar estando ebrios, bailaban y terminaban callendo de la plataforma.

La banda se dirigió a la salida trasera de Naejjimi y comenzaron a retirarse lentamente de ahí, no sin antes despedirse, y dejar de lado al baterista.

Aquel chico decidió quedarse un rato más fuera del bar, acomodando sus cosas para poder volver a casa sin recibir ninguna regañiza de su padre ebrio o de su madre enojada por su jefe de trabajo. Se sentó en la banqueta y sacó sus instrumentos de la funda color beige donde los guardaba, al igual que sacó un paño blanco con algunas manchas amarillas, posiblemente moho. Con un poco de saliva humedeció el pañito y comenzó a limpiar con cuidado cada parte de la batería, hasta el más mínimo detalle; debería verse reluciente.

--Hey tú, labios rotos.

El baterista dejó el pañito en el suelo y levantó su vista, encontrando al jefe de Naejjimi ¿dónde había quedado su reluciente vestimenta? ni idea.

Hizo una leve mueca y se levantó para luego hacer una leve reverencia hacia el jefe.

--Buena noche, señor Jeon.

--¿Qué haces aquí? ¿No ya se habían ido?

--No tengo el dinero para pagar algún taxi y no quiero molestar en el bus con la batería, varias veces me ha pasado que me bajan del bus.

--Vaya, nunca pensé que te gustara dar pena.

El baterista arqueó una de sus cejas y rió de forma sarcástica mientras negaba lentamente.

--Lo mismo digo, debe de ser muy lamentable intentar carle bien a las personas con un bar que ni siquiera es suyo ¿no?

Jungkook relajó un poco sus musculos y de igual manera arqueó su ceja izquierda.

--Mi abuelo me contó que los dueños anteriores de Naejjimi eran descendientes de Kim, que extraño que la cadena de rompa con un Jeon ¿no lo cree?

El último en hablar comenzó a guardar nuevamente sus cosas en su bolsa y tiró el pañito hacia Jeon Jungkook, el cual ni siquiera reaccionaba, parecía ser una estatua en ese momento.

--Señor Jeon Jungkook, muchas gracias por recibirme en SU bar, espero nos volvamos a ver muy pronto; esperaré con ansias para volver a entrar a tocar, claro, si me lo permine.
















































































Bienvenidos al buen fin, 50% de descuento en peticiones de caps, es broma pero si quieren no es broma.
Faltas de ortografía o redacción favor de avisar.
Bonito día <3





labios rotos. --junghopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora