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Ding dong.

La puerta no tardó en abrirse, dejando ver a un agotado Hoseok, quien miraba al chico más alto con atención y ladeaba un poco su cabeza.

--¿Qué necesitas, Jungkook?

--Quería venir a ver a tu abuela, vengo a dejarle algunas cosas.

Hoseok pareció estremecerse y sostener con esfuerza su respiración, su tono de piel se hizo pálido y un poco de sudor bajó por sus mejillas, pero no era nada que él pudiera no controlar.

--¿Qué sucede?

Preguntó el mayor, ahora si Hoseok era una mar de nervios.

--Bueno...pasa, y lo verás.

Jungkook asintió y entró detrás de Hoseok, se sorprendió al instante al ver el lugar lleno de gente y varias luces de colores. Los murmuros llegaban a sus oídos de manera perfecta, casi igual que en su bar, sin tomar en cuenta el volumen de la música. Se acercó lo suficiente a Hoseok y una vez ahí, pudo susurrar en su oído.

--¿Qué está pasando?

Hoseok le miró por un momento antes de tomar su mano y caminar rápidamente a la cocina.

--Las personas son tan hipócritas ¿no crees?

--¿A qué te refieres?

--¿Recuerdas lo que te había dicho sobre los hijos de mi abuela? Ellos están afuera, comiendo y bebiendo libres de pena ahora que ella está fallecida. Es como un peso menos para ellos que nunca se preocuparon ni un puto gramo de arena por ella.

Jungkook soltó un leve quejido al sentir una fuerte presión en su mano, ocasionada por el contrario, quien al seguir hablando comenzaba a apretar aún más por consecuencia del enojo.

--Ahora vienen aquí a dar la cara, cosa que no hicieron mientras ella vivía. Llegan, se sientan y comienzan a tragar como unos malditos cerdos sin siquiera preguntar como estuvo ella durante sus últimos días.

La presión desapareció y al llegar ocultamente a la cocina Hoseok se dió la vuelta para ver al más alto, Jungkook pudo ver que sus ojos comenzaban a acuarse y su rostro comenzaba a volverse un tomate.

--Ellos no saben por nada el sufrimiento que pasó ella, mientras mi abuela sufría ellos viajaban con dinero que pudieron haber prestado para las jodidas cirugías de mi abuela ¿pero qué crees? no, cuando alguien tiene dinero se deja de preocuoar por todo lo que hay en su entorno ¿por qué? porque el puto dinero es la solución para todo en este mundo de mierda.

Hoseok limpió sus ojos con su antebrazo, Jungkook solo le miraba como aquella vez que le vió tocar por primera vez en el escenario del bar.

En cuanto menos se dieron cuenta, ambos estaban sumergidos en un abrazo de apoyo para los dos. Hoseok lloraba en silencio y Jungkook sobaba con delicadeza la espalda del contrario.

--Eres un jóven fuerte, Hoseok.

Los dos se miraron con atención, un brillo se presentó en los ojos de Jungkook al conectar la mirada con el menor, su corazón comenzó a latir de una fuerte manera que parecía que iba a salir de su pecho.

Ambos rostros comenzaron a acercarse lentamente mientras que sus ojos se cerraban de igual manera.

Cada vez estaban más cerca.

Un centrímetro cerca, hasta que...

--Hoseok.

La llamada de atención los obligó a separarse rápidamente, intentando fingir que no estaban a punto de echar pasión en la cocina.

El mencionado giró su mirada a la puerta, logrando ver a su hermano mayor, Jackson. Un bufido salió de sus labios y con el gran coraje que aún tenía en sus venas rodó sus ojos.

--¿Ahora qué, Jackson?

--Papá quiere verte.

labios rotos. --junghopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora