aclaración: desde ahora en adelante habrá algunas letras en cursiva, ésto es, si recuerdan, porque la abuelita de Hoseok perdió la escucha y el habla gracias a un tumor que tuvo, aunque afortunadamente fue extirpado no se pudo hacer nada por recuperar esos sentidos. Y si, este cap va a ser el debut de la abuelita de Hoseok, les recomiendo no encariñarse tanto, no sabremos que puede pasar.
--Feliz cumpleaños, abuelita.
Dijo Hoseok en lenguaje de señas, la señora lo miró y sonrió levemente, lo más que podía sonreir su arrugado rostro.
--Muchas gracias, pequeño.
Hobi sonrió de igual manera y sacó de su mochila un pequeño pastel que entregó a la viejita, quien no borraba su sonrisa de lo tan emocionada que estaba. Todos podrían olvidarse de ella, pero su pequeño nieto Hoseok siempre estaba ahí, narrando para ella su telenovela o noticias del periódico, estaba ahí para darle alimento aunque fuera una sola migaja de pan, estaba ahí para verla feliz.
--Es para ti, recuerdo que es tu favorito, abu.
--Lo recuerdas muy bien, cariño.
El menor rió levemente y acarició los blancos cabellos de la viejita mientras ella comenzaba a comer el pequeñas porciones su pastel de Red Velvet con un poco de crema batida encima del primer pan.
--¿De dónde sacaste dinero para conseguir el pastel?
--Es un secreto.
La vieja asintió levemente y Hoseok se levantó, estaba demasiado agotado y su cuerpo dolía más que una simple patada en los huevos, estiró su espalda y soltó un pequeño suspiro de satisfacción al sentir como sus huesitos se estiraban y tronaban, dió la última mirada a su abuela y se encaminó hacia la cocina, buscando siquiera agua para beber y llenar su estómago. Abrió la nevera y bufó al ver solo un frasco de pepinillos, "que asco", pensó. Miró la alacena de ex provisiones, sonrió al ver una bolsa pequeña de papitas y la tomó, encontrando afortunadamente la bolsa llena. Abrió la bolsa y comenzó a comer rápidamente las papitas, pero un intento de risa lo sacó de sus feliz momento donde soñaba con unicornios voladores con los ojos abiertos.
Se asomó un poco por la puerta de la cocina y vió a su abuelita reír, aunque obviamente no era una risa audible.
Soltó sus papitas y tomó un sartén, comenzando a acercarse lentamente a su abuela, pensaba ¿por qué ella reía si no había nadie más en la pequeña sala?, pensaba.
Completamente cerca de su abuela miró hacia el frente, encontrando el cuerpo de...¿Jungkook?
Bajó el sartén y miró a Jungkook con seriedad, el otro de igual manera le miró y sonrió de forma inocente.
--¿Qué mierda haces aquí? Te dije que no quiero tu ayuda.
--Olvidaste algo en el bar y quise venir personalmente a dejarlo, por cierto, gracias por la bienvenida.
Jungkook se acercó a Hoseok y revolvió sus cabellos, Hoseok solo soltó un leve gruñido y golpeó la mano de Jungkook sin fuerza.
--Agradece que no te he castrado.
--Lo agradezco mucho, Jung Hoseok.
Hoseok giró sus ojos y Jungkook solo rió, volviendo su vista a la abuelita del contrario.
--Es muy amable.
--No lo es, es vulnerable y sensible, pudiste haber sido un ladrón y ella no había hecho nada.
El infiltrado en la casa ajena asintió.
--¿Y qué es lo que olvidé?
--Nada, solo no quería que me golpearas con el sartén.
--Maldito hijo de puta ¡voy a golpearte con este sartén en los huevos hasta que queden morados y te duela caminar y tengan que cortarte los huevos y-
--¿Terminaste? Tengo hambre.
--¿Crees que tengo suficiente dinero como para comprar algo extra de comer para pendejos cómo tú?
--Puedo comerte a ti.
Jungkook guiñó al contrario, quien solo volvió a gruñir y golpeó con fuerza el abdomen del más alto, éste solo soltó un pequeño "uuh" y cayó al suelo, sobando su pancita.
Hoseok miró a su abuela, quien miraba la escena con atención y preocupación.
--¿Por qué lo gopeas?
--Porque es un idiota.
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labios rotos. --junghope
Fanfiction--entregáme esos labios rotos, los quiero besar, los quiero curar.