Un secreto a voces (+18) {Segunda parte de "Nuestro Secreto" }

Capitulo 5

Estaba recostado sobre mi cama boca arriba , recordando lo que había sucedido en la tarde y una duda que rondaba mis pensamientos sin descanso ¿Cómo se llamaría aquella chica? , después de todo no era algo que me quitará el sueño así que lo ignore un par de días , hasta que dando una vuelta en la moto la ví , por poco y provoco un accidente por mi distracción, pero sin dudas era ella , llevaba puesto un vestido rojo satinado que hacía lucir su figura más estilizada , es como si el aroma de su piel me llamara , entonces di un freno  ,me miró con una sonrisa de satisfacción.

— Bien , me encontraste ¿Que quieres? —

Se acercó a mi lentamente y me quitó el casco mientras todos nos observaban.

— Solo quiero saber tu nombre —

Di un trago de saliva , no esperaba una respuesta de esta mujer , ya lo había dejado en claro una vez y parecía ser de carácter fuerte.

— No suelo decirle mi nombre a cualquiera , pero ya que casi provocas un accidente y todos nos miran , tendré piedad—

Se acercó a mi oído , puso una mano sobre mi hombro derecho y susurró con voz seductora.

— Puede que ya me hayas visto en tus sueños o en tus pesadillas , pero ahora podrás invocarme y no habrá vuelta atrás , un gusto Luzbel , mi nombre es Bietka —

Se alejo con una sonrisa y siguió caminando por la acera , me quedé ahí analizando sus palabras , definitivamente la personalidad de esta chica era muy diferente a todas las mujeres que había conocido, la gente seguía mirándome con un gesto de confusión , así que me puse el casco nuevamente y emprendí mi camino al hospital.
Tenía una manera de continuar sus caderas al caminar que me hipnotizaba , tanto que por un momento olvide la precaria situación de Lilith , la amaba pero no sentia ningún tipo de culpa por mi infidelidad , por el contrario tenía unas ganas inmensas de repetir aquello. Cuando llegué a su habitación y la ví ahí sin que nada hubiese cambiado , suspiré. Me acerque y tome su mano , entonces mis ojos se abrieron como platos cuando apretó con fuerza la mía, como si supiera lo que hice y estuviera enfadada, de inmediato llame a un médico , quien después de revisarla simplemente dedujo que era un reflejo pero no había cambio alguno en su situación.
Me sentia desiluciónado , por un maldito segundo no me importó nada , sentí que recuperaba mi vida, me fui a casa , esto había sido demasiado por hoy , llegué y me recosté boca arriba , no había nadie en casa mi madre se había llevado a las niñas, después de todo iba Vladimir para ayudarle.
Cerré los ojos y suspiré fuerte , cuando un peso sobre mi cuerpo me hizo despertar.

— Ahora yo te encontré —

Al abrir los ojos Bietka estaba sobre de mi , con un conjunto de lencería de un rojo encendido , no me dejó hablar cuando puse su dedo sobre mis labios, comenzó a besarme el cuello mientras con una de sus manos acariciaba mi cabeza pegandome más a ella. Puse mis manos sobre sus caderas , en ese momento mi líbido comenzó a aumentar , no se hizo esperar mi erección , acariciaba su cuerpo , lo conocía y lo sentía por primera vez dispuesto para mí.
En un movimiento bastante brusco me puse sobre de ella , comencé a morder sus hombros , su cuello y sus labios , me puse de pie y la cargué hasta el tocador dónde con una mano arroje todo al suelo y la senté tenía sus gloriosas piernas abiertas para mí , deseaba tanto estar dentro de ella.
Le di la vuelta y la tomé por el cabello , ahora podía mirarse y mirarme a través del espejo.

— Mírate , ahora entiende que aquí Luzbel es el amo y señor , yo haré contigo lo que quiera cuando yo quiera , tú estás para servirme —

Sin soltar el agarre , me desabotone el pantalón y saque mi miembro palpitante, con esa misma mano comencé a masturbarla ella gemía , cuando sentí que ya era suficiente introduje mis dedos en su boca , comencé a penetrarla con fuerza , parecía excitarle que la tuviera del cabello mientras admiraba sus gestos de placer , mi camisa desabotonada dejaba ver mis abdominales marcadas y mi piel cubierta de todos aquellos tatuajes , sus gemidos eran como música para mis oídos , disfrutaba tanto de ella , de usar su cuerpo a mi antojo , entonces solté su cabello y me dispuse a besar su cuello mientras una de mis manos se posaba sobre su cuello pegando su espalda a mi pecho.
Comencé a correrme y ambos terminamos , me sorprendio bastante su actitud tan tranquila , me recosté en la cama y ella tomo un par de esposas de la mesita de noche , sonrió.

— Esto me lo vas a pagar caro , porque nadie me había tocado de esa manera y mucho menos recibo órdenes de nadie —

Sentí el frío metal de las esposas contra mis muñecas , me había esposado sin esfuerzo, sonreí y ella simplemente procedió a poner mi miembro entre sus pechos , comenzó a masturbarme y eran tan suaves como se veían , la vista me estaba prendiendo demasiado y sabía muy bien como hacerlo.
Comenzó a hacerlo más lento pero para mí infortunio sentía que iba a terminar en cualquier segundo , ella lo noto , con malicia continúo hasta que logró su cometido, sin embargo no se detuvo y hora comenzó a chuparlo , me sentía de algún manera vulnerable , ya que estaba demasiado sencible esa zona de mi cuerpo por lo antes sucedido , mis piernas comenzaron a temblar , mi miembro palpitaba y me sentía en un eterno placer ya que todo parecía indicarme que iba a correrme pero no podía , mi respiración se agitó , no quería dar señal alguna de esto, pero conforme pasaban los minutos mis gemidos se escuchaban por toda la casa , su mirada de satisfacción y maldad se comparaban con la mía.

— ¡Basta no puedo más! —

Exclamé entre gimoteos, entonces ella se detuvo por un par de segundos , me mostró su larga lengua y la paso lentamente desde la base hasta la punta , en ese preciso momento comencé a correrme en su cara , una sensación desconocida invadió mi cuerpo , era demasiado para mí.
Entonces Vladimir entró por la puerta interrumpiendonos.

— Mierda —

Musite, mientras ella sonreía.