Cap. #2

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Somos fragmentos de una perla que busca cada una de las partes que le faltan para complementarse y volverse una sola.

Después de debatir aquel tema con la miss sólo nos mantuvimos en silencio, era algo incómodo para mí pero iba manejandolo por partes. Las personas empezaron a llegar minutos después, llegaban una y dos al mismo tiempo y nunca faltaba aquel que llegaba tarde a las clases.

Todo transcurrió con normalidad, claro que sí, no había nada relevante en las clases y repetiamos los mismo ejercicios antes de comenzar a tocar alguna melodía. Pero estaba muy lejos, pensando en nada, mi cabeza estaba absolutamente en blanco y prefería que estuviera así a que llena de momentos pasados, porque el pasado pisado y no debe existir arrepentimiento ni pasa por lo que ya ha salido de la boca.

Mi atención estaba puesta en todo menos en las clases, no había gran interés hoy y muchos estaban como yo, cargándose una miseria que con tan sólo verles las caras se podía describir.

Me quité los zapatos por un momento, estaban apretando mis pies y sabía que dejarían marcas y ampollas pronto. Consideraría asistir descalza a todos lados ya que con aquel par de zapatos sólo pasaba la vergüenza de vergüenzas, ahí era donde todos fijaban sus miradas y aunque no me importaba mucho me daba cierta vergüenza y pena ajena.

— Y chicos, eso ha sido todo por hoy.

Aquello había hecho de muchos un mar de felicidad, incluso los que estuvieron toda la clase con caras de pocos amigos se transformaron y festejaron. No se sabía que volaba más rápido, ellos saliendo del salón o cualquier ave existente.

Tal vez el día estaba a mi favor, las horas se fueron más rápido que esta mañana y puede que eso era lo que el día tenía de distinto para mí. Ahora entendía que los sucesos que esperaba no eran más que unos simples acontecimientos, como horas corriendo rápido o temas extraños de los que debía hablar con mi maestra.

Realmente empezaría a dejar de esperar cosas del mundo, cosas de la vida, y sólo me adaptaría a la cruel realidad. Me empezaría a acostumbrar a vivir como alguien que desconocía del arrepentimiento,como alguien que siempre pensaba en el futuro y dejaba el pasado lejos haciendo como si nunca pasó.

No mires atrás (en Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora