⍉ Capitulo 3 ⍉

311 56 7
                                    

Sosteniéndose del barandal, tomó grandes bocanadas de aire, después de que regresó al pasado Yukiko no había faltado ni un día a sus entrenamientos ni se había quejado, en voz alta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sosteniéndose del barandal, tomó grandes bocanadas de aire, después de que regresó al pasado Yukiko no había faltado ni un día a sus entrenamientos ni se había quejado, en voz alta.

Su entrenadora había salido unos momentos, pero ella no detuvo su entrenamiento, quería acostumbrarse lo más rápido a su cuerpo; pues al principio fue muy raro todo, era raro y se sentía algo perdida, especialmente en la pista, era como aprender algo que ya sabes pero no puedes hacer.

Recuperándose poco a poco, se dejó recargar en el barandal y mirando sus patines recordó a su padre, sonriendo pensó en maneras de que su madre no estallará en ira y le dejara visitar a su papá.

—Toma— como el sonido de un mosquito, se escuchó una voz, algo confundida la pequeña miró hacia arriba, encontrándose de frente con unos ojos turquesa muy bonitos.

Al momento de chocar miradas el niño se sobresaltó, moviéndose un poco para atrás y bajando la mirada; curiosa Yuki no dejo de mirarlo.

—¿Tu cabello es natural?— Si hay algo que Yukiko tenía es que cuando se encontraba en un lugar cómodo para ella se permitía soltarse y ese lugar era la pista. Por lo que no dudo ni un segundo en preguntar por el color tan novedoso del cabello del niño.

—Para ti— ignorando, no adrede, la pregunta el niño tímidamente le tendió la botella de agua con animalitos en ella.

—¡Gracias!— mirando al niño frente a ella pensó que era un fan, teniendo apenas siete ya había participado en un montón de competencias por lo que no se le hizo raro.

Con el agradecimiento de la niña peli negra, el ojos celeste solo asintió pensando en lo linda que era. —¡oh! ¿Tu eres el niño de ayer verdad?— acercándose un poco más a él y asintiendo con la cabeza recordó la melena esponjosa y celeste que vio ayer en su ensayo.

—Yo...¡Lo siento!—Al disculparse de manera repentina la cabeza del niño rebotó en el barandal, asustando a la niña en el proceso.

—¡¿Estás bien!?— lanzando su cuerpo por arriba de lo que los separaba, como muchas veces en el pasado había hecho, se arrodillo a su lado, mientras los nervios aumentan al ver como la sangre salía de la pequeña frente.

—Ayer interrumpimos tu ensayo, ¡lo siento!—con pequeñas lágrimas en sus ojitos se disculpó, sorbiendo su nariz y pasando su manita con ella se siguió disculpado.

—No llores, no llores, este...,este, me gustó que me vieras—Yuki al pasar más tiempo rodeada de adultos que querían que ella fuera madura pocas son las veces que se enfrentó con una situación donde tuviera que consolar a alguien de su edad, como consecuencia no sabía cómo hacer, también se sentía super incomoda.

—¿En serio?—Levantando un poco la mirada, esperanzado de que la niña frente a él no lo odiara, preguntó.

—Claro, aún voy a ensayar ¿te quieres quedar?—pensando que no habría nada de malo con que se quedara, pues la rutina que iba ensayar era una que ya había hecho en público, le invitó a quedarse con una sonrisa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 06, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

❝ Uncanny ❞ ⍉ Souta Kawata ⍉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora