𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄- 𝙳𝙸𝙽𝙰𝚂𝚃𝚈

❈𝑹𝑼𝑵 𝑨𝑾𝑨𝒀❈

Evangeline pica su fruta con un cubierto, sin ánimos de comer, suspiró dejando de jugar para llevarse un pedazo de papaya a la boca. Mirando a sus hermanos en la mesa comiendo con naturalidad. Su madre estaba haciendo no sé que cosa en algún otro lado que la distraiga de ellos.

Siendo la hija de enmedio su vida claramente no era lo que quería.

No era lo suficiente mayor para se tratada como Steven o lo suficientemente pequeña para ser mimada como Fallon.

Era invisible en muchísimas ocasiones.

A lo largo de su corta existencia, recibió todo tipo de lujos inimaginables, claro que amaba eso. Pero aún así, solía pensar que sería si sus padres les prestarán la debida atención.

-Tengo tarea que hacer.

Deja la comida intacta levantándose.

-Pero no has probado nada- señala Steven.

-¿Estas haciendo dieta, hermana?- pregunta Fallon.

-No tengo hambre- simplemente se encogió de hombros y giró en dirección a su habitación.

Los dos hermanos hicieron una mueca, pese a que Eva era buena en la escuela, nunca hacia la tarea porque era demasiado tediosa.

Caminando para subir hasta el segundo piso, la puerta principal se abre dejando ver milagrosamente a su padre. Quién la miro bastante furioso.

-Tú, señorita... A mí oficina.

Siendo sinceros no podía pensar que era lo que Blake podía reclamarle esta vez. Pero debía ser lo suficientemente grave como para encargarse el mismo de hablarle. Por lo general era Anders quien le gritaba o fingía hacerlo.

Blake era el padre más ausente de la historia, un horrendo progenitor. Contando que en su fiesta de su séptimo año de vida. Cuando estaba apunto de partir el pastel, la empujó sobre este mismo solo para atender una llamada.

Después de eso, no sé disculpo para nada, y la lista de decepciones, enojos y discusiones que tuvieron no se hizo esperar.

-¿Que hice esta vez?

Se sentía cansada, la época de exámenes estaban a la vuelta de la esquina y eso agregándole las clases de violín a las que su madre la inscribió.

Solo para no tenerla cerca.

Alexis no era mejor que Blake, en ningún aspecto. Solía beber todo el tiempo, coqueteaba con cualquier hombre que se le cruzaba, hablaba mal de ella frente a sus amigas, era comparada con sus hermanos y un día le puso a correr por más de tres horas solo por comer un cupcake.

Blake lanzó un periódico donde habían una pequeña sección con su cara en ella.

-Al parecer fue fotografiada fumando, Evangeline- explico Ander por el hombre.

-¿Y?

-¡¿Y?!

-Solo estaba fumando papá, y ni era hierba- se quejo.

-¡No estoy hablando de eso, Evangeline Carrington! ¡Hablo de dónde lo hiciste! ¡Sabes que siempre están detrás de nosostros!- palmea su escritorio.

-Ni siquiera es el titular, ¿A quien le importa?

-¡A mí! ¡Mi reputación va a terminar destruyéndose por tus chistes!- vocífera.

-¿Acaso tenías reputación, papá?- sisea cruzándose de brazos.

-¡Debes comportarte como una Carrington! ¡No como una loca malcriada que necesita atención! ¡Yo no te crié así!