𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄- 𝙳𝙸𝙽𝙰𝚂𝚃𝚈

𝒀𝑶𝑼 𝑨𝑹𝑬 𝑬𝑸𝑼𝑨𝑳 𝑻𝑶 𝑯𝑬𝑹

Sin ser suficiente el haber llegado de imprevisto, causando revuelo en todos. Ahora estaba llorando frente al ataúd del abuelo Carrington, bajo la mirada de sus dos hijas, que no expresaban exactamente amor y felicidad.

Más bien desagradó.

Después de todo, para ambas, su percepción de Alexis era igual. No importaba nadie más que Steven. Y ella posiblemente estén al final de la lista de prioridades de Alexis.

—Ella sigue ahí— se queja Fallon caminando hasta su padre y hermano.

—¿Que hace?— pregunta Blake.

—Derrama más lágrimas que el cocodrilo que mataron para hacer su bolso— escupe venenosa la menor de los hermanos.

—¿Tu invocaste al diablo, Blake?— Eva lo mira con curiosidad.

—¿Por que me preguntan?— el patriarca mira a su hija mayor con exaspero—. Estamos divorciados.

Charlotte apareció junto a su padre. Levantando ambas cejas en dirección a su rubia amiga.

—Los portadores están listos para partir.

Al prepararse e irse, de manera casi nada sorprendente, Alexis se cruza con ellos como si fuera una coincidencia. Evangeline voltea los ojos.

—Vaya, aquí están— mueve las caderas.

—No sé si lo has notado, Alexis, no es un buen momento.

Eva gira para mirar a sus hermanos.

—No, es un momento trágico— concuerda—. Lamento mucho tu perdida, Blake— desliza su mano en su hombro—. Vine a darte el pésame, sabes que Thomas era como un padre para mi

Fallon rodó los ojos, exasperada por la actitud de su madre.

—Hola, mamá— saluda—. Pasó mucho tiempo.

Alexis finalmente las mira. Pero Evangeline sabía que era lo que iba a suceder, así que no le presto mucha atención.

—Asi es... Es increíble que...—se separa un poco de Blake para ir con ellos—. Ah... Steven... Te ves tan guapo— la rubia que se hacía llamar su madre paso de largo a ambas hermanas.

Evangeline pudo ser testigo del rostro descompuesto de su hermana. Ella aún guardaba esperanza de que su madre, se comportará como tal.

—Sigue siendo Alexis— susurra Charlotte. Eva le responde con un asentimiento de cabeza.

—Pero estás un poco pálido, necesitas vitamina D.

—¿Y que importan los años de terapia por trauma de abandono? ¿Cómo está tu vitamina D?— expresa la castaña irónicamente.

—Fallon, me alegra que tú padre te mandara arreglar tus dientes pero no arreglo tu lengua— Alexis tomo el mentón de su hija.

Evangeline apretó los dientes sin decir nada, nuevamente era la olvidada, incluso para escuchar a su madre quejarse por algún aspecto en su persona.

—¡Alexis!

—Ah... Y tú debes ser una amiga de Fallon.

—Mami, no reflejes tu inseguridad sobre tu edad en nuestra cristal— interviene la rubia señalando unas líneas de expresión—. Es la nueva señora Carrington.

—La odiaras, y esa es nuestra parte favorita de ella— sonríe victoriosa la menor—. Además me case... Pero no te preocupes queda un año para que tú secretaria mandé el regalo

—Fallon, Evangeline, dejen de hablar nos vamos.

La rubia miro a su madre de arriba a abajo, sin pudor.