𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄- 𝙳𝙸𝙽𝙰𝚂𝚃𝚈

❈𝑼𝑷𝑺, 𝑻𝑨𝑲𝑬 𝒀𝑶𝑼𝑹 𝑷𝑳𝑨𝑪𝑬?❈

Evangeline señalo el lugar, dónde pronto varios trabajadores comenzaron a poner sus maletas. Le pidió a unas mucamas llevarlas a la habitación donde solía quedarse su abuelo. La cual era la más grande de la casa y incluso más lujosa que la habitación de Blake.

—¿Realmente nos vamos a quedar aquí?— pregunta Charlotte.

—Es mi casa, legalmente— responde simple la rubia caminando hasta la cocina—. Señora Gunnerson, quiero mi desayuno y el de Charlotte en la mesa principal, por favor.

—Señorita Carrington... Yo...

—¿Sucede algo?

—Hemos preparado el desayuno para la señora Carrington y será llevado al Loft— responde—. No me sería posible.

—¿Señora Carrington?— pregunta Eva—. Ah, te refieres a Alexis— suspira—. ¿Me estás diciendo que pondrás prioridad a esa mujer que a mí?

—Señorita, yo no...

—Lottie, soy yo quien gestionará los asuntos de la casa, ¿No es así?— la pelirroja suspiró asintiendo—. Eso incluye a los trabajadores...— la mujer se asusto—. Mi desayuno, señora Gunnerson, después puede ir con la bruja de extensiones.

—Si, señorita.

—Gracias.

Evangeline camina en dirección al comedor. Charlotte le pasa una tablet.

—¿La ibas a despedir en serio?

—Claro que no— sonríe la rubia—. Nadie puede hacer crepes con frutas como me gustan.

Charlotte voltea los ojos. Al llegar, la rubia paso sus dedos por los asientos, como si estuviera rememorando las veces que fue feliz en esa mesa.

Al llegar al extremo. Recorrió la silla bajo la atenta mirada de su amiga, se sentó sin importarle el hecho de que ese asiento era exclusivo para su padre.

Evangeline espero su desayuno el cual no tardó en llegar. Invitando a Charlotte a sentarse a su lado derecho.

—Buenos días, señorita Evangeline, Charlotte.

—Anders— saluda ella bebiendo un poco de jugo—. Espero que puedas pasarme las finanzas de la casa cuando termine de desayunar.

—¿Disculpe?— el mayordomo mira a la Carrington y a su hija por momentos.

—Quiero comenzar unas remodelaciones, y aunque el dinero no sea un problema, contrario a Blake, me gusta tener transparencia en mis cuentas— sonríe.

—Por supuesto, se las traeré.

—Gracias por eso te adoro— le lanza un beso haciendo reír a Charlotte.

La pelirroja pincho su fruta un poco más tranquila. Estaba nerviosa porque una cosa era provocar a su padre con su llegada. Y otra era robarle su casa así como usurpar su lugar.

No estaba nerviosa por ella, si no por Eva. Pero a veces se le olvidaba que era digna hija de Blake Carrington y nieta de Tom Carrington.

Diana comenzó a revisar unos proyectos de marketing. Mientras desayunaba, era bastante eficiente y si bien parecía una adicta al trabajo, sabía en qué momento detenerse y respirar.

El patriarca actual de la familia bajo junto a Crystal. Su buen humor se cayó casi de inmediato al ver la cabellera rubia de su hija.

La pelirroja los saludo con amabilidad terminando su café. Pero Eva no parecía en lo más mínimo darse cuenta. Crystal se sentó en el segundo asiento a la izquierda de la rubia invitando a su esposo a hacer lo mismo.