LUCIANA
Unos gemidos me despiertan.
¡Lo mato!
Me remuevo y por milagro no tengo las esposas.
Otro gemido más.
Abro los ojos adaptándome a la luz. Los gemidos retumban la alcoba.
Miro al balcón de donde viene el sonido y me encuentro con la peor escena.
Drazhan fallándose a una tipa en el balcón.
Pero segundos después ocurre una escena peor que la primera.
Sin pudor la tira cuando llega al orgasmo, un grito desgarrador es lo que hace eco en mi cabeza.
¿Alargo el orgasmo matando a esa chica? ¿Porque yo sigo aquí?
Con cuidado me bajo de la cama y salgo corriendo fuera del cuarto, para mi mala suerte tiene seguro.
–¿Disfrutaste el espectáculo?
–¡¿Eres un enfermo de mierda?! ¡¿Se te safo un tornillo?! ¡¿Porque mataste a esa chica?!– lo encaro.
–No, a diferencia de ti, mi primo no me robo las neuronas.
¿Este anormal no se da cuenta que no es momento de bromas?
–¡Déjame ir! ¡¿Para qué me quieres?! ¡¿Vas a hacerme lo mismo que a esa chica?! ¡Vas a desecharme! ¡No soy ningún capricho y menos una marioneta!
–Cálmate.
–¡¿Como quieres que me calme si acabas de matar a alguien por un orgasmo?!
–En mi defensa, un buen orgasmo.
Empiezo a golpear su pecho descargando toda la ira que tengo.
–¡Enfermo! ¡Cínico! ¡Degenerado! ¡Te odio!
–Llora si quieres, no te voy a juzgar.– se burla.
–¡Mátame de una vez!
En un movimiento brusco me toma de los muslos levantándome.
–Como diga la catrina.
Solo en cuestión de segundos ya estoy donde estaba la chica. No intento zafarme, no lucho, mejor esto que ser tratada como si fuera un objeto por más tiempo.
Con una mano rompe toda la ropa. Me aguanto las lágrimas, las expresiones y todo.
–Nunca oí que Perséfone muriera de esta manera.
–Nunca oí que hades matara a las mujeres así.
–Si te casaras conmigo, no haría lo que hice, te seria fiel.
–Menuda forma de pedirme matrimonio. – gruño.
Se mete algo en la boca y me besa.
¿Me besa con un maldito anillo en la boca? Que fetiches más raros.
Rompo el beso y me saco el anillo.
Hermoso anillo de diamante negro.
–Negro, como tu alma.– ironizo.
Toma de mi nuca obligándome a recibir su beso.
Recapacitemos, estoy desnuda, con una propuesta de matrimonio, un cadáver debajo de mí y un hombre que creo que va a abusar de mí.
–¿No dijiste que no llevaría nada negro?
–Se dice: Drazhan, te amo, obvio que me quiero casar contigo.
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Efectos Colaterales De Estar Rota
Science FictionUní piezas y me di cuenta de la verdad oculta. ¿Quiénes somos realmente? Ni nosotros nos conocemos, ¿cómo las personas afirman hacerlo? Un efecto colateral de estar rota es que te moldas a cualquier figura, pero siempre vas cambiando. Nunca sabes qu...