ANÍ decidió que lo mejor era hablar con Alfonso y contarle lo que Heather le había dicho. La rubia era una engreída. ¿De verdad creía que la iba a creer a ella antes que a su amiga de toda la vida? Por ello, cuando después de cenar, Alfonso propuso dejar a Heather en el hotel antes de llevarla a ella a casa, Aní se mostró encantada. -Date prisa en volver -dijo Heather-. Tengo un regalo para ti, una sorpresita... La forma en la que la rubia se mojó los labios al decir «sorpresita» hizo que Aní sospechara que no iba a ser nueva. Probablemente, una vez que le pusiera las manos encima a Alfonso, su amigo no podría pensar en nada.
Aquello le pareció horrible. Espantoso. Aní no se lo podía quitar de la cabeza. ¿Por qué le molestaba tanto imaginarse a Alfonso y a Heather en la cama? Al fin y al cabo, era dos adultos que se iban a casar. ¿No había dicho la malvada Heather que encontraba a Alfonso de lo más atractivo? Qué raro. Aní nunca lo había visto así. -¿A que Heather es fantástica? -le preguntó Alfonso rompiendo el silencio-. No me puedo creer que quiera casarse conmigo. -Yo, sí -apuntó Aní algo sarcástica. -¿Por qué dices eso, Aní? Antes me has dicho que era perfecta -dijo Alfonso mirándola de reojo. -Nadie es perfecto. Me parece que la palabra que mejor describe a Heather es interesante. -¿Interesante? -repitió Alfonso enarcando las cejas-.Venga, dime lo que piensas de verdad. -Me encontré con ella en el baño y no me pareció tan simpática - confesó Aní. -¿A qué te refieres? -No estaba tan dulce. Alfonso salió de la autopista y paró el coche. -Hay una cosa sobre Heather que tienes que entender. Las demás mujeres suelen tomarla con ella porque es muy guapa, pura envidia, pero no te puedes ni imaginar de lo que son capaces. ¡Una incluso intentó convencerme de que solo quería casarse conmigo por mi dinero! Era amiga mía, pero después de aquello no quiero volver a verla. Aní lo miró fijamente. -Veo que te has quedado tan sorprendida como yo. Sé que Heather puede parecer un poco desconfiada, pero yo ya le había dicho que tú no eres como las demás, que jamás dirías cosas malas sobre ella a sus espaldas. -No, no, jamás -consiguió decir Aní.
No se lo podía creer. ¡Heather había conseguido que no pudiera decir nada! Aquella rubia de tonta no tenía nada. Alfonso volvió a poner el coche en marcha y Aní decidió que tendría que moverse con cautela. -¿Te has llegado a plantear si algo de lo que te han contado pudiera ser verdad?
-Por supuesto que no. Heather puede resultar un poco antipática cuando la conoces, pero es porque, en realidad, es muy tímida. ¿Tímida? ¡Por favor! ¿por qué todos los hombres se volvían ciegos cuando había un buen cuerpo de por medio? -¿Hace cuánto que la conoces? ¿Cuatro meses? -Llevamos saliendo casi dos meses. -¡Dos meses! ¡Pero si eso no es nada! -Ya sé que no es mucho, pero a mí se me hace como si la conociera de toda la vida. Aní miró a su amigo y se preguntó si de verdad podía un tipo tan inteligente creerse la estúpida frase que acababa de decir. Heather lo había pillado y bien. Aquello preocupaba a Aní. -He visto un artículo sobre ti en el periódico -dijo intentando un enfoque más sutil. -¿El que me ponía entre lunático y santo? Me parece que compartir los beneficios de la empresa me parece lo más justo, es todo. Todo el mundo ha trabajado mucho y se merecen parte de la recompensa. ¿A ti te parezco un loco?
-En absoluto. A mí me parece que eres muy generoso -contestó Aní agarrándose al cinturón de seguridad-. ¿Y a Heather qué le parece? -A Heather le parece bien todo lo que yo haga. Lo único que me ha pedido es que me espere a que estemos casados para hacerlo porque quiere participar en ello. Aní dio un respingo. ¿Pasaría a ser dueña de la mitad de la fortuna de Alfonso una vez casados? -¿Os vais a casar en separación de bienes? -Claro que no -cóntestó Alfonso indignado-. Heather me lo ha propuesto, pero yo le he dicho que no. Confío en ella. Jamás le haría algo así. Aní se mordió la lengua. Heather había entendido rápidamente cómo era Alfonso y había sabido aprovecharse de ello. Tenía razón. No iba a creer nada de lo que le dijera.
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Trampa de amor
Fanfiction[ACLARACIÓN: ESTA HISTORIA ES UNA ADAPTACIÓN, TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS A SU AUTORA ORIGINAL] De ningún modo iba Anahí Puente a permitir que su mejor amigo, Alfonso Herrera, se casara con una mujer a la que solo le interesaba su dinero. Quizá él...