ANÍ llegó a Hollywood sobre las once de la mañana, exactamente dos horas tarde. Parecía que la carrera ya había terminado. Había un par de corredores protestando y Alfonso estudiando unas grietas que había en el asfalto. Ni rastro de Heather. Se habría ido a casa. Seguro que Alfonso habría insistido en esperarla. Él era así. Y claro, Heather se habría ido enfadada. ¿Habrían incluso discutido con un poco de suerte? Aní había llegado tarde adrede, por supuesto. Lo tenía tan pensado que se había despertado a las seis de la mañana y, como no podía volverse a dormir, se había duchado y se había vestido. A las siete, ya estaba en el coche dando vueltas a la ciudad. Se había parado un par de veces a tomar café con el único propósito de llegar todavía más tarde. Su objetivo había sido no llegar a la carrera, pero parecía que se había librado también de ver a Heather. Tanto mejor. Lo único que esperaba era que Alfonso no se hubiera enfadado con ella. Como si hubiera detectado su presencia, levantó la mirada y sonrió al verla. Aní frenó el paso. La verdad era que tenía una sonrisa maravillosa. Deslizó la mirada hasta su pecho, bien marcado por la camiseta de deporte. Desde luego, aquellos hombros no eran producto de las hombreras. ¿Quién iba a decir que Alfonso tenía aquellas nalgas tan prietas y aquel frontal tan... respetable? -Aní. Se sorprendió al ver que se había quedado mirando sus pantalones de deporte como una tonta. -Ah, sí... Estaba mirando tus pantalones porque... son de spandex, ¿no? -No tengo ni idea -contestó Alfonso-. Mira la etiqueta a ver qué pone. Lo había dicho con total naturalidad, como si hacer aquello fuera lo más normal del mundo. Tal vez lo fuera. Desde luego, dos años atrás, antes de que se fuera a Nueva York y a Europa, lo habría sido. Entonces, habría mirado la etiqueta sin problema... ¿o no? No lo sabía. El último mes se había dado cuenta de que... Oh, Dios, no sabía de qué se había dado cuenta, ya no estaba segura de nada. Lo que sí tenía claro era que se sentía rara con él desde que lo había vuelto a ver y más desde el día anterior en el laberinto. No le gustaba aquella sensación. tenía que deshacerse de ella, así que decidió que la única manera de conseguirlo era comportándose de la manera más natural posible. Así que dio un paso al frente y metió la mano en la cinturilla de los pantalones intentando no fijarse en la pequeña marca de nacimiento que Alfonso tenía en la zona lumbar. -Nylon -anunció- y spandex. El bolsillo es cien por cien de... -Ah, estáis aquí -dijo una voz femenina a sus espaldas-. Anahí, ¿se puede saber qué haces? -Está mirando de qué está hecho el pantalón -contestó Alfonso con naturalidad. -¿Ah, sí?
Aní detectó la aspereza de su voz y se sintió como si la hubieran pillado con las manos en la masa, lo que era completamente ridículo porque no le interesaba la masa de Alfonso ni lo más mínimo. -Ya sabes que a Aní le interesa todo lo que tenga que ver con el mundo de la confección, las telas y esas cosas. -Ya -dijo la rubia poco convencida-. Has llegado tarde añadió sonriendo. -Sí, es que me he dormido -contestó Aní-. La boda de ayer no salió bien... El novio era camboyano y a su madre no le hacía ninguna gracia que se casara con una estadounidense. No sabéis la pena que me da haberme perdido la carrera. -¿Bromeas? Pero si la carrera es a las doce. -¿A las doce? -repitió Aní lívida-. Pero Alfonso me dijo que... Miró a Alfonso, quien se limitó a enarcar las cejas.
-¿No me dijiste que la carrera era a las nueve? -Me debiste de entender mal. Dos años atrás lo habría creído. -No te creo -le dijo. Alfonso sonrió con picardía. -Bueno, puede que te citara un poco antes de lo necesario porque como sé que siempre llegas tarde... -¡Eso no es verdad! -¿Cómo que no? Admite la verdad. ¿Qué manía tenía Alfonso con aquello de la verdad? Ya le había sacado el tema a relucir al volver del almacén. -¿Por qué no dejáis de pelearos? -apuntó Heather fingiendo un bostezo-. Alfonso, uno de los organizadores quiere hablar contigo y tú, Aní, tienes que calentar.
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Trampa de amor
Fanfiction[ACLARACIÓN: ESTA HISTORIA ES UNA ADAPTACIÓN, TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS A SU AUTORA ORIGINAL] De ningún modo iba Anahí Puente a permitir que su mejor amigo, Alfonso Herrera, se casara con una mujer a la que solo le interesaba su dinero. Quizá él...