El Hechizo de Marionetas

Las cosas saldrán bien

Todo indicaba en que esta obra funcionaría y según Donato, sería la más perfecta jamás presentada para el festival. Sólo necesitaba que todos pusieran de su parte.

—Tu mano debe reflejar delicadeza y frialdad Raven, no eres una piedra rúnica estática.—le explicó el muchacho mostrandole el gesto que necesitaba que ella lograra con un toque de molestia.

—Donato cálmate, estamos haciendo lo mejor que podemos.—Caterina sujetó el hombro del tenso hijo del titiritero que comenzaba a estresarse por los constantes problemas que le causaba tener que trabajar en equipo.

—Debe ser ¡Perfecto! ¡Estoy dispuesto a ganar con ustedes o sin ustedes!—dejó salir lo que se estaba guardando, pero no contó con que sus compañeras se molestarían y una a una se fueron bajando del escenario donde estaban practicando.

Apple White antes de irse lo miró con pena, notaba que era lo que le estaba pasando, pues ella conocía el dolor del joven. Aquel dolor de saber que se espera mucho de uno, teniendo que cumplir las expectativas cada vez más altas de los demás.

—Puede que estés frustrado Donato, pero esta no es la forma.

—No necesito que me corrijas, sé muy bien lo que hago.

—¿Llego en un mal momento?— Cedar Wood se acercó, venía junto con el equipo de escenografía.

—Cedar, dime que tienes buenas noticias.—Donato ignoró a Apple hasta que ella misma decidió irse.

—Los espejos... no podrán flotar como necesitas.—apenada desvió la mirada.

—¿Qué? Dijiste Farrah ayudaría con eso.

—Sí, es solo que sus encantamientos solo funcionan hasta las 12.

—Eso me pasa por dejar que entre gente que ni siquiera es de este cuento, hablaré con alguien más que pueda ayudar.

—Bueno...aunque ya le habías dicho que ella sería nuestra hada de cabello azul, Ashlynn y Lizzie ya hicieron su vestuario.

—Buscaré otra hada azul, una que sus encantamientos nos sirvan. Le diré a la princesa Ashlynn que consigan una peluca.

Si tan solo fuera así de fácil encontrar otra hada de cabello azul para su destino, pensó Cedar para sí misma con leve tristeza. Antes tenía la esperanza de que la verdadera hija del hada de cabello azul, Fairlynn Bluefairy, sería quien la convirtiera en una chica de verdad. Ahora al igual que la obra, no sabe que pasará el día en que todo ocurra. ¿Podría Farrah tomar el lugar de Fairlyn?