Después de haber comido, me apresure a encerrarme en mi alcoba, antes de que Lara me lo impidiese con una de sus anécdotas, que sinceramente, no me apetecía escuchar.
Decidí darme una ducha, así que saqué del armario un cómodo atuendo que ponerme después de asearme y me encamine a los baños, que teníamos en esa planta.
Una vez ahí, me deshice de la ropa que llevaba puesta y me dispuse a entrar, junto con una toalla, gel de ducha, y champú. Cuando encendí la regadera de agua caliente sentí como poco a poco se iba yendo la tensión acumulada en mi espalda y me relajaba . Siendo consumida por el vapor y mis pensamientos. Como siempre me puse a analizar, cómo sería mi vida en otras circunstancias. Creando miles de interrogantes, que sabía que no tenían respuesta.
A mi también me hubiese gustado vivir una infancia normal, aprender a montar en bici, caerme y dejar que mis papas me curaran la herida. Ir al colegio y tener alguien a quien traer el dia de los padres. Yo también merecía vivir mi adolescencia, como cualquier otra persona de mi edad; llegar a casa y encontrarme a mi madre dispuesta a escuchar mis anécdotas, que por muy aburridas que fueran, no me discriminaria por ellas. Yo también quería tener unos padres que me regañaran cuando me portaba mal, que me aconsejaran cuando estuviese haciendo lo incorrecto y que me felicitaran por mis logros.
Quería un lugar al que llamar hogar y unas personas a las que llamar familia, era lo que más deseaba en este mundo.
Pero cualquier posibilidad de una vida normal, murió en el día en el que mis progenitores decidieron que lo "más seguro para mi", sería pasar el resto de mis días en este mugroso orfanato. No recuerdo ese día, pero Beth de vez en cuando me contaba anécdotas de cómo dos jóvenes, un día soleado, entraron por las grandes puertas del orfanato con una yo bebe en brazos. Según Beth, la mujer estaba con lágrimas en los ojos cuando me entrego y el joven contenía las lágrimas para consolar a la mujer que yacía estática a su lado, negándose a soltarme, mientras él le susurraba que "era lo mejor".
No, no era lo mejor, ellos no sabían que yo prefería mil veces ser pobre, pero con ellos, criandome y cuidandome, que ser una huérfana con sed de venganza.
No conocía a mis padres biológicos, ni su situación actual, pero pensaba descubrirlo. Necesitaba respuestas, nada cuadraba. Según lo que sé, cuando mis padres me entregaron, no eran lo que se podría decir pobres ‐palabras de Beth- entonces ¿Por qué el orfanato me aceptó? Según se, no puedes dar a tu hijo en adopción sin una razón aparente, necesitaban tener una pésima situación económica para ello. Pero lo más importante, ¿Por qué mis padres decidieron entregarme?¿Por que se supone que "era lo mejor"? Lo mejor seria que ellos me cuidaran ¿No?. Tenia que haber una razón de gran magnitud para tomar esa decisión.
Nunca supe mas de ellos, nunca volvieron a visitarme, y eso es una de las cosas que mas me duele, estuve llorando durante años, por personas que no conocía, y que se hacían llamar "mis padres". Igual fui un error, el resultado de una ebriedad. Siempre ponía esa excusa. "Yo era un error, que no debió existir". Así que supongo que mis padres decidieron enmendar su "error" abandonándome, y fingiendo que nunca nací. Pero por desgracia para ellos, si nací y logre sobrevivir sin ellos, con un objetivo; no pensaba irme de este mundo sin respuestas.
No me di cuenta de que estaba llorando, hasta que apagué la regadera, saliendo de mi ensoñación.
Decidí que la hora de la ducha había llegado a su fin, así que salí de las duchas y fui devuelta a mi alcoba.
Como no tenía nada mejor que hacer, me recosté en la cama, cogí el libro que había dejado esta mañana por la mitad, y seguí leyendo. De momento el libro no iba mal, la trama me estaba absorbiendo cada vez más, y la intriga y el misterio de ese libro, era una de las cosas que más me están gustando.
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KARMA //editando//
SonstigesMamá se encontraba en la cocina preparando mi chocolatada preferida, papá estaba junto a mi con la mirada perdida en la pantalla del televisor, amaba la ilusión y la admiración que veía en sus orbes cada que observaba o hacia algo que le gustaba. So...