MARATON 2/2
(Alex)
Miré a mi amigo a la espera de que me dijese que era broma. No podía ser esto cierto. Pero si el muy cabrón me dijo que si iría. Como Ethan no pareció muy dispuesto a darme una respuesta, decidí ignorarlo y le preste atención a la chica que se movía con nerviosismo en el asiento trasero de mi coche.
–¿No irás a la fiesta? – le pregunté directamente.
– No, no iré, ya te lo ha dicho Ethan – negó con la cabeza.
–¿Por qué no? – cuestione de nuevo.
–No tengo porque darte explicaciones, te sobra con saber que no iré. – contestó, molesta.
La miré sorprendido, no esperaba que se dirigiese a mí de esa forma tan brusca. Decía todo lo que se le pasaba por la cabeza, sin excepciones y sin filtros. Lo vi, cuando le dijo a Ethan que no debía entrometerse en conversaciones ajenas o cuando se enfrentó a aquel señor, alegando que ella podía defenderse sin necesidad de guardaespaldas, chica independiente. Me descolocaba su comportamiento, estaba tan acostumbrado a que las chicas en general, no se opusieran a mis deseos, que el hecho de que ella, no fuera como las demás, rompía todos mis esquemas.
–Pues, que aburrida – susurre lo suficientemente alto como para que me escuchase.
Conseguí mi objetivo, porque logré acaparar toda su atención. Su mirada ofendida no tardó en llegar.
–¿Perdona? – se cruzó de brazos.
–Perdonada– le guiñe un ojo.
– No te hagas el gracioso– puso los ojos en blanco–¿Qué has dicho?
–Que estas perdonada. – apretó los puños, eso sólo aumentó mi sonrisa, eso era un signo de que se estaba enfadando, bien. Ethan me echó una mirada de <¿Qué demonios estás haciendo?>
–Mira, no se a que juegas, pero no estoy de humor, así que te recomiendo que pares.
–Uy...que amargada. – seguí.
Esa fue la gota que colmó el vaso, se giró en mi dirección con sus ojos llamando en ira.
–Antes que si era aburrida, y ahora que si soy amargada ¿A qué viene eso? ¿A ti qué te pasa?
–¿A mi? Nada –respondí con inocencia – ¿A ti te pasa algo?
–Mira, déjalo – puso los ojos en blanco y se dirigió a mi amigo – Gracias, Ethan, me bajaré aquí.
Esperaba que se enfadara, que me insultara incluso, una reacción más brusca, lo que sea, incluso temí llevarme una bofetada, pero no hizo nada de eso, se limitó a ignorarme y bajó del coche.
–Ey, ¿Y a mi no me agradeces?– la agarre por el brazo antes de que saliese.
–¿Qué te voy a agradecer?¿Que te hayas quedado sentado que te hayas comportado como un gilipollas? No tengo nada que agradecerte– replicó intentando soltarse de mi agarre.
–Bueno, yo traje el coche.
–No te lo pedí.
–¿Tus padres no te enseñaron a dar las gracias? –conteste exasperado.
Estaba molesto con ella, ni siquiera la conocía y ya había logrado sacarme de mis casillas. Ella se quedó paralizada mirándome sin pestañear. En sus preciosos ojos jade pude ver un atisbo de tristeza y decepción que hicieron que mi enfado se evaporara en cuestión de milésimas. No sabía porque mis palabras tuvieron ese efecto tan negativo en ella, pero me arrepentí al instante de haber abierto la boca. Eleanor se recompuso y se soltó bruscamente, tomándome con la guardia baja.

ESTÁS LEYENDO
KARMA //editando//
RandomMamá se encontraba en la cocina preparando mi chocolatada preferida, papá estaba junto a mi con la mirada perdida en la pantalla del televisor, amaba la ilusión y la admiración que veía en sus orbes cada que observaba o hacia algo que le gustaba. So...