Druig se ocupa de investigar la desaparición de su preciosa Makkari y, muy probablemente, de la muerte.
Texto de trabajo:
Druig se tapó la boca para calmar su respiración mientras se escondía. Todo lo que siempre amó se fue en un instante. Su hermosa Makkari. Desaparecida.
Se sintió como si los siglos y milenios que pasaron juntos pasaron por delante de sus ojos mientras la veía ser arrojada al suelo con más fuerza de lo que Ikaris le había hecho a él. Druig contuvo los sollozos mientras rezaba para que ella apareciera junto a él, como siempre hacía. El destello de oro que siempre le encantó pasar rápidamente y empujar su hombro, sacudir su frente, cualquier cosa. Solo quería que ella estuviera allí.
Druig no se dio cuenta de que estaba llorando en silencio hasta que sintió una lágrima golpear su mano. No se permitía llorar a menudo, habían pasado unos cientos de años desde la última vez que lloró. La última vez porque pensó que Makkari había muerto, aunque afortunadamente ella solo estaba un poco golpeada. Esta vez, no tuvo tanta suerte.
Quería abrazarla una vez más. Quería besar su frente mientras yacían juntos en el Domo. Quería hacer algo y no estar tan indefenso. Quería salvarla. La quería de vuelta.
No se atrevió a moverse hasta que Thena llegó y lo encontró. Cuando lo hizo, él simplemente se derrumbó en sus brazos. Sabía que Thena entendía el dolor de perder a alguien tan cercano. Demonios, le pasó a ella solo un año antes. Thena simplemente lo abrazó mientras sollozaba, el cuerpo temblaba y jadeaba mientras trataba de calmarse y fallaba una y otra vez. Thena se quedó, paciente, esperando hasta que Druig se calmara lo suficiente para subir al Domo.
Cuando se las arregló para seguir adelante, no se molestó en tratar de hacer una pequeña charla con ninguno de los otros Eternos. Inmediatamente fue a su habitación y repitió los innumerables años de recuerdos que tenía con Makkari. El bueno el malo el feo. No le importaba. Permaneció allí durante días, sin hablar con nadie más. Solo en sus propios pensamientos. Solo se movió cuando alguien llamó a su puerta y Thena entró.
"Druig, estamos preocupados ..." "Sal." "Druig, por favor, déjame que-" "¡Dije que salgas Thena!"
No se dio cuenta de que había usado sus poderes hasta que Thena estuvo en el pasillo. Él solo la quería de vuelta. Su hermosa, hermosa Makkari .....
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