시력 1: Triste realidad 시력

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"No hay una imagen más triste que un joven pesimista". Una frase dicha por un tal Mark Twain al que no le ponía rostro, pero que decía tanta verdad.

La sociedad de hoy en día, más concretamente los adolescentes, son pesimistas debido a cómo son, como la gente los percibe. No son pesimistas porque quieran, son pesimistas porque se amoldan a una realidad, escogen el peor camino para después no llevarse un chasco.

Podría decirse que Han Jisung, encaja perfectamente en lo anterior dicho.

Caminaba con un semblante serio. Mirada en el suelo, tapada por algunos mechones rubios que caían de su frente. Con una mano en el bolsillo y la otra sujetando el asa de su mochila. Caminaba hacia la entrada de su instituto.

Un gran edificio enorme, de paredes color crema y semblante oscuro, se levantaba delante de él. Llevaba en él unos cuantos años, por lo que conocía perfectamente el tipo de gente que había allí, como lo percibían y como debía actuar.

Entró, caminando por los pasillos, ganándose algunas miradas. No es que fuera un fanfarrón ni mucho menos, pero sabía que aquel verano había tenido algunos cambios físicos. Su piel ahora estaba limpia de marcas de la pubertad, sus facciones eran más finas, su cabello ahora de un rubio oscuro y su cuerpo mucho más delgado.

Evadió miradas, y se dirigió directamente a su taquilla. Abrió esta, dejando algunos de los libros que no utilizaría ese día.

Sintió una tensión en el pasillo, por lo que decidió llevar su mirada a un lado. En ese momento, le vio.

Lee Minho, la persona más mierda entre las mierdas de ese instituto. Con dinero, popular, guapo, talentoso, listo... El típico chico diez, de las películas Disney.

Nunca habían entablado conversación, tampoco tenía la intención. Se hablaban algunas cosas sobre Lee entre los pasillos, y prefería mantenerse al margen de eso. No es que su vida no fuera complicada o que no hablaran cosas de él, porque bueno, él era la persona más odiada en el centro, pero Lee Minho no se queda atrás.

Cerró su taquilla de un portazo, marchándose en dirección contraria de donde venían.

Camino hacia su primera clase. Una vez entró en esta, se sentó en última fila. No es que se sentara porque quisiera, sino porque las primeras filas estaban los listos, en el medio los que les es indiferente y en el final, la gente sin amigos y poco popular. Ósea, él.

Dejó su mochila a un lado, apoyándose en la pared. Las mesas de los laterales estaban pegadas a la pared, por lo que podía apoyar ahí su espalda. Alguna vez se había dormido, no era cómodo, pero era mejor que el respaldo de la silla.

Noto una presencia a su lado, y llevó su mirada allí. La comisura de su labio se levantó, pero nadie hizo ni dijo nada.

Kim Seungmin era chico sentado a su lado. Un chico listo y tierno, adorado por las chicas de la clase, pero sin amigos y bastantes problemas para socializar. Ambos se sentaban siempre juntos en las clases, aún sin cruzar palabras nunca. Era como una rutina. Entrar en clase, buscar al contrario y sentarse a su lado, sin importar el lugar.

El profesor entró en clase, acompañado de un chico joven y alto, a primera vista, aparentemente nuevo.

El hombre mayor carraspeó.- Bienvenidos a otro curso, yo seré su tutor de ese año. Pueden llamarme Profesor Kwon.- dejó sus cosas en la mesa, centrando su atención ahora, en el chico a su lado.- Un nuevo compañero estará en nuestra clase. Preséntate.- le indicó.

Jisung quiso compadecerse del chico. Presentarse en clases era una jodida mierda.

El chico hizo una reverencia.- Mi nombre es Hwang Hyunjin, espero nos llevemos bien.- dijo, cortamente.

No me mires // MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora