【 Tenth Cliche 】

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Title: Cliché

Ship: Adrinette / Alyno

Genre: AU, Romance, Comedy, Fluff, Friendship

Word count per chapter: 1,600+

Word Count: 26,500+

Rating: PG-13

Chapters: 10/15

Beta: noestribar

Disclaimer: Si fueran míos, esto no sería escrito, sería vídeo :v

Music: A donde van los muertos by Kynky (Pinche rola que dicen se disfruta bien padre pachecos, neta dicen, eso si nunca lo he hecho, pero mis amigos si XD XD )

Los comentarios, las estrellas y las galletitas me hacen feliz. ✨

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Cuando Adrian estuvo en el campamento de diseño. Nino llevó un videojuego que había comprado para jugar con Marinette mientras ella estaba estancada en casa. Era un juego algo raro, no era lo que Marinette solía jugar, lleno de estrategias y requería ideas rápidas para descubrir cosas – y Marinette no era fan de ello, así que no lo habían jugado mucho.

Pero Alya odiaba el juego (y era terrible en ello) y Nino siempre estaba buscando alguien con quien jugar, por ello Marinette sentía pena algunas veces.

Aunque cuando Adrian llegó a casa, Marinette olvidó todo sobre el juego y no se sintió inclinada a jugarlo ya que ahora tenía mejores cosas que hacer.

Pero luego tuvo que ir a casa de su tío por una semana y uno de sus primos pequeños tenía el mismo juego, y sin nada mejor que hacer, Marinette rápidamente se hizo adicta.

Verdaderamente adicta. Y sin importar cuánto trataban, no podían pasar el condenado nivel 3. Le molestaba mucho no poder con el monstruo del videojuego – Marinette iba a vencer en ese juego así sea lo último que haga.

Aunque claro, cuando regresó a casa después de su semana de viaje, había unas cuantas cosas que tenía que hacer primero.

La casa Agreste era como un segundo hogar para Marinette – sabía que era bienvenida en cualquier momento, y no necesitaba tocar antes de entrar, y tenía permitido devorar el fridge entero sin preguntar. No le había dicho a Adrian exactamente cuándo regresaría, ya que ella misma no sabía, así que solo fue sin avisar, sonriendo mientras abría la puerta y asomaba la cabeza.

—¿Hola?— preguntó. —¿Alguien en casa?

Solo tomó un instante para que Adrian corriera, con el cabello alborotado y con los ojos bien abiertos.

—¡Marinette!— dijo.

Marinette rió.

—En persona.

—Ven aquí, pequeña. Mis padres estarán en casa como en 20 minutos.

Terminaron en el sofá, porque la habitación de Adrian estaba muy lejos.

—Te extrañé,— dijo Adrian acurrucado contra ella. Marinette acarició los claros cabellos de Adrian y lo besó lentamente, sin prisa aun cuando no tenían mucho tiempo, y pensó en lo bien que se sentía estar en casa.

Cuando sintió la lengua de Adrian rozar su labio inferior, Marinette jadeó. Esto nunca había pasado. Ninguno era experto besando y aun cuando ya tenían cierto tiempo juntos, habían ciertas líneas que no habían cruzado. Pero Adrian siempre había sido ansioso, osado y Marinette siempre había estado dispuesta, así que dejó que Adrian lamiera sus labios, sintiendo extraño y no muy placentero al inicio. Estaba segura que Adrian no tenía idea de lo que estaba pasando pero claro, ella no tenía idea de lo que se suponía que debía sentir. Pero Adrian era determinado y entusiasta y Marinette le dejaba hacer lo que quisiera, como siempre. Por ello, cuando Adrian pasó la punta de su lengua por el paladar de la menor, un gemido escapó de ella inesperadamente.

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