✨🌟Aquí vamos de nuevo pt4✨🌟

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Mei cerró los ojos cuando sintió los dedos de Yuzu enredarse entre su cabello negro.

Ella no sabía cómo, después de todos los eventos de aquél extraño día, habían terminado las dos en esa manera: con ella acostada cómodamente sobre las piernas de la rubia, mientras ésta la mimaba con caricias dulces y le susurraba algunas palabras reconfortantes; pero si de algo estaba segura es que no se arrepentía en lo absoluto ya que hasta ese instante nunca se había sentido más amada por alguien en toda su vida.

El momento que estaban compartiendo en la tranquilidad de la habitación era tan perfecto e irreal que en algún punto temió estar inmersa en alguno de esos sueños compensatorios.
No sería la primera vez en la que se veía envuelta en una fantasía de esa forma después de tener un mal día, y teniendo en cuenta lo que había sucedido con su ex prometido en horas de la tarde no sería de extrañar que su mente inventara ésa situación con Yuzu para así para borrar esos malos recuerdos.

Claro que esa era una suposición bastante rebuscada; quizás porque muy en el fondo siempre había sido insegura y no se sentía merecedora del cariño de Yuzu, pero ahí frente a sus ojos estaba la verdad que no podía negar: Yuzu estaba ahí sentada sobre su cama, vistiendo una pijama de blusa y pantalones cortos, con su cabello rubio todavía húmedo y despeinado, y oliendo a la fragancia cítrica de su jabón.
Una vez más ella estaba a su lado en el momento adecuado y cuando más la necesitaba.
¿Y qué podía ser mejor que eso?

—¿Me dejarías saber en lo que estás pensando?

Mei sabía que era cuestión de tiempo para que esa burbuja de paz que reinaba dentro del cuarto terminara explotando, así que simplemente no podía culpar a Yuzu por ser la primera en decidir romperlo.
De hecho, fue consciente de que la rubia se había reprimido lo suficiente como para darle su espacio en todo el rato desde que entraron a la habitación, y la verdad era algo que la pelinegra agradecía más de lo que podía explicar; pues por más que lo había pensado, no había encontrado las palabras correctas para tocar el tema de lo que había sucedido sin terminar sintiéndose avergonzada y enfadada consigo misma.

Pero por supuesto esa idea de querer ocultarse tras una fachada de falsa tranquilidad había acabado.
Todos sus problemas habían salido a la luz, y ya no podía evadir el tema por más incómodo que resultara hablarlo.
Debía encontrar la forma de ser valiente y abrir su corazón.
En ese momento, el duro enfrentamiento que había vivido con Amamiya era su cruel realidad y tenía que afrontarla a como diera lugar si quería empezar a superarlo.
Pero, ¿Por dónde empezar?

—La verdad no pienso en nada.
Intento mantener mi mente en blanco.

—No te creo...

No... Por supuesto que no lo haces... —Pensó—... Siempre pareces conocerme mejor que yo misma.

Un nuevo silencio se formó en la habitación mientras que las caricias sobre su cabeza continuaron; resultando tan reconfortantes que Mei comenzaba poco a poco a quedarse dormida.
De haber sucedido en otras circunstancias ella se habría dejado llevar y habría descansado ahí mismo sobre el regazo de la rubia. Habría resultado la excusa perfecta para evitar hablar de lo que más temía, pero esa no era la ocasión.

—Confía en mí —Dijo la pelinegra en voz baja—. Estoy bien... O al menos sé que lo estaré más adelante. Siento que es innecesario abordar mucho en el tema...

—¿Estás segura? —Preguntó Yuzu después de guardar silencio por un momento—. Sabes que no te obligaré a hablarme, pero guardar tus sentimientos para ti misma no hace más que empeorar todo.

—Eso lo sé, pero estoy bien...—Mei se sintió culpable al escucharse a si misma diciendo mentiras. ¿Porqué tenía que ser tan difícil expresarse correctamente? ¿Porqué le era tan difícil ser sincera? Su determinación de querer enfrentar la situación de frente simplemente parecía no tener conexión con las palabras que salían de su boca—...¿Y qué hay de ti?... De seguro estarás pensando en el como fuí tan ingenua como relacionarme con un hombre así.

Citrus One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora