Citrus One-shots

✨🌟Prohibido Pt3: final✨🌟

Sus palabras; esas que siempre quise escuchar resuenan en mis oídos una y otra vez.
No han sido a causa de un sueño, ni tampoco las he imaginado.
Han sido más que sinceras, lo puedo ver ahí mismo en el brillo de sus ojos; también en su expresión, y es más de lo que puedo soportar.
Me emocionan, me llenan de una inmensa alegría que no hace más que crecer y extenderse por cada rincón de mi cuerpo, y lo que es más peligroso: me dan esperanza.

Permanezco perpleja y quieta en mi lugar, pero apesar de la sorpresa inicial estoy tan feliz, que me hace olvidar por un segundo todos los últimos días que he pasado sin ella: esos en los que anhelaba su presencia adónde quiera que iba y en los que lloraba cada vez que notaba su indiferencia.

Esas palabras, ése "te quiero" dicho con tanto cariño, me provocan querer acercarme y estrecharla con fuerza entre mis brazos como lo acaba de hacer ella hace tan solo unos segundos.

Acorto entonces más la distancia entre las dos para así poder besarla, eso es lo que me pide a gritos mi corazón: buscar un poco más de su cercanía que tanta falta me hace desde que nos separamos, pero siento su mano de pronto sobre mis labios impidiendomelo.

—Aquí no...

No tengo tiempo de replicarle su acción pues pronto me encuentro siendo arrastrada por ella con muchísima rapidez hasta acabar de pie en la quietud de su sala de estar.
Ella cierra la puerta con lentitud sin pronunciar palabra y se queda de esa forma, dándome la espalda, con la cabeza baja y respirando con dificultad como si hubiera corrido una larga distancia.

—Mei...

Por fin despierto de mi ensoñación. Dejo caer mi bolso al suelo y me acerco a ella pegándome completamente a su cuerpo.
Apesar de que no era mi intención inicial, es una necesidad que ya no puedo ni quiero contener.

Las dos nos estremecemos por el repentino contacto y permanecemos en esa posición, escuchando nuestras respiraciones agitadas hasta que decido dar el primer paso, buscando un poco más de contacto.
Mis manos se deslizan despacio por sus brazos y apartan con delicadeza su cabello hacia un lado dejando expuesta la piel blanca de su nuca.
Contengo el aliento y ahí mismo y sin pedir permiso poso mis labios, dándole besos largos y pequeñas mordidas mientras mis manos se mueven en círculos por su abdomen y se adentran debajo de su blusa sin ningún tipo de pudor.

—Cielos...

—¿Aquí si puedo? —Le pregunto al oído, ella asiente mientras se hace hacia adelante, apoyándose con las palmas de manos sobre la puerta, curveando su cintura y sacando su trasero hacia atrás; rozándome sin la más mínima piedad en el proceso.
Un gemido involuntario escapa de mis labios por la fricción y me provoca hacerme más hacia adelante, buscando más su cercanía; empujando a Mei de una forma para nada sutil hasta que queda atrapada en medio de la puerta y mi cuerpo sin posibilidad alguna de poder escaparse.

—...¿Fue cierto lo que dijiste? —Reparto besos en su piel expuesta mientras mis manos pasean por sus senos, tocándolos a mi voluntad y jugando con sus pezones sobre la tela del sostén sin darle una mínima tregua.—...¿De verdad me quieres? ¿Es cierto?

Acomodo mi pierna derecha en medio de las suyas y eso le hace echarse completamente hacia atrás. Puedo percibir como se estremece su cuerpo y lo frágil y sensible que se siente entre mis brazos.
Su cabeza cae sobre mi hombro, voltea a verme y puedo notar como sus ojos presos de la lujuria me miran suplicantes, pidiéndome en secreto que suba de intensidad con mis caricias.

—Es verdad...Te quiero...

Mei no razona. Ya la conozco lo suficiente como para notarlo y por eso no puedo confiar del todo.
Sé que sus palabras son sinceras pero en éste preciso momento siendo acorralada por mí, se encuentra presa de sus instintos más primitivos al igual que yo.