Parte 5: Diversión

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¡Oh por el amor de todos los dioses! Mi novia estaba aquí ¿Ahora qué demonios iba a hacer?

En cuestión de segundos estaba volviendo a la cocina con Hanna, necesitaba hablar con ella

-Hanna, es Maya -dije sudando de los nervios

-¿Y qué quieres que haga? Pues ábrele la puerta -me regañó

-Maldita sea, no entiendes nada, ella no me puede ver así -señalé el labio con mi dedo índice

-¿Cómo es eso? ¿No fue ella? Dime qué mierda te pasó -alzó una ceja y se levantó de la silla en la que estaba

El timbre volvió a sonar...

-Maldita sea, no me preguntes y haz algo -dije ya suplicando

-Y qué puedo hacer?

-Pégame -Hanna abrió sus ojos como platos ante mi petición

-¿Qué? No voy a hacer eso ¿Qué te pasa?

-Hanna, por favor, solo  hazlo -casi me arrodillaba

-Oh mierda ¿estás segura? -rascó parte de su cabeza

-Sí por favor, hazlo

-Está bien... de verdad lo siento -Hanna preparó su puño mientras yo me dedicaba a cerrar y apretar los ojos -A la una.... a las dos...

Sentí el impacto en el número "dos". Y ahí estaba yo, tirada en el suelo, con el labio completamente roto y sangrando toda mi barbilla

-....Tres -completé su mal conteo

-Oh por dios Ashley, ¿estás bien? -dijo agachándose a mi lado

No me di tiempo a contestar, me levanté y corrí hacia la puerta, lista para mentirle a mi novia. Desde que comenzamos nuestra relación jamás hubo una mentira, y ahora por culpa de esa niñata tendré que hacerlo por primera vez en mucho tiempo.

Abrí la puerta y ahí estaba mi novia, que apenas me vio de esa manera casi se muere...

- ¡ASHLEY! ¿Qué te pasó?- Cogió mi rostro entre sus manos, examinando mi labio.

En ese instante, Hanna salió corriendo de la cocina y se detuvo a ver la escena.

-Nada Maya, estoy bien. Solo jugaba con Hanna y calculamos mal

-¿Qué? ¿Y a qué jugaban?. Mírate la cara- Me cogió la mano, cerró la puerta y me arrastró hacia a la sala. Me acostó en el sofá principal y se sentó a mi lado

-Hanna se acercó a nosotras y Maya inmediatamente se lanzó y le palmeó el hombro con bastante fuerza -¿Por qué no eres más cuidosa?- Otro golpe -Mira como la dejaste-

-Hanna le tomó las manos -¡Yah! Estábamos jugando- luego la soltó -No tienes por qué pegarme

-Maya resopló ligeramente angustiada -Bien, entonces no te quedes ahí parada. Trae algo para limpiar el labio- Gritó bastante enojada y la pobre Hanna salió corriendo.

-Maya, amor, cálmate- Podía ver la preocupación en su cara. ¡Maldita Joy, todo es su culpa!

-¿Cómo quieres que me calme Ashley. Te dejó el labio casi destrozado- Ella tenía los ojos llorosos y unas lagrimitas amenazaban con extenderse.

-Hey- sonreí y tomé su rostro entre mis manos -Estoy bien ¿si?, todo fue sin querer. No es su culpa

Soltó unas lagrimitas que corrieron por sus mejillas las cuales limpié suavemente con mi mano. Realmente me sentía demasiado culpable. Le estaba mintiendo a mi novia, metiendo en problemas a Hanna y todo por culpa de esa niña. Definitivamente iba a tener que poner las cartas sobre el asunto

Cariño, soy tu novia / Adaptación [JOYLEY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora