Cariño, soy tu novia / Adaptación [JOYLEY]

Parte 17: ¿Lo mejor para Ashley?

POV ASHLEY

¿Joy o Maya? ¿Uh?

Esos dos nombres quedaron rodando mi cabeza. La confusión se hizo aún más grande, si es que eso era posible.Lo correcto es que ni siquiera tratara de pensar en una posibilidad y eligiera Maya pero, Joy Huerta, ella estaba clavada en mi cabeza como un maldito dardo.

Sabía que no era tan mala como parecía, como Hanna la describía y eso hacía las cosas aún peor para mí. En ese momento sólo pensaba por qué Joy Huerta apareció en mi vida. Por qué papá tiene que tener esas mujeres a casa. Por qué mi corazón comenzó a agitarse por su culpa. Por qué su sonrisa era tan jodidamente hermosa.

-Estás pensando demasiado, Ashley- la voz de Hanna me sacó de mis pensamientos- ¿en realidad estás pensando en una posibilidad?- me preguntó

Las palabras de Hann hacían como eco en mi mente. No tenía idea de lo que haría de ahora en adelante pero ella tenía razón, es una locura pensar en una posibilidad

-Hanna no lo sé- fue lo único que pude contestarle. Honestamente no había más. Mi cabeza era un remolino.

Suspiré fuerte y sin pensarlo me metí a su baño. Necesitaba refrescarme y arreglar un poco mi aspecto. Asentí repetidas veces frente al espejo. Todo era tan difícil. Miré mi teléfono. Demonios las 6pm

-Hanna, es tarde y debo irme. Muchas gracias por escucharme, de verdad lo necesitaba

-No es problema, eres mi amiga y te voy a apoyar pero no voy a permitir que cometas más errores así que no vas a ir a ninguna parte y te vas a quedar a dormir aquí- señaló su habitación, yo negué

-Hann no puedo quedarme, sabes que mi papá regresa el sábado en la mañana y no puedo dejar sola a Joy

-Bien, entonces espérame porque voy a hacer mis maletas

-¿Que?

-Me voy a quedar contigo hasta que llegue tu papá porque si no tú y tu hermanita van a follar hasta que no respiren y déjame decirte que si no has elegido, no voy a permitir que arruines tu vida. Sabes que Maya también es mi amiga

-No es necesario, no pasará nada con ella- Hann me miró con una ceja levantada.

-Eso mismo pensé cuando me contaste que te ibas a quedar sola con ella y mira lo que sucedió. Sólo espérame

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Durante el camino a casa me sentía muy incómoda, Hanna y yo no hablábamos. Lo que era extraño ya que siempre encontrábamos un tema de qué hablar, así que decidí tirar una mirada hacia ella y me di cuenta que por estar hablando y pensando sólo en mis problemas, ni siquiera había notado la actitud de mi amiga: tenía la cabeza gacha y apoyada contra el cristal de la ventana. Parecía perdida en sus pensamientos. Me sentí culpable por haberla abordado con mis problemas y no había tenido la delicadeza de preguntarle antes si estaba bien, o si no.

Uf!, bien debía arreglar al menos esto

-Hann...

-¿Mmm? -Murmuró sin mirarme y su vista seguía ahí clavada en la ventana

-¿Te sientes bien?

-Mmm si -su voz dudosa. Ella no está bien, eso era claro

-Hanna te conozco bien, quieres contarme qué te pasa? -esta vez me miró y sus ojos reflejaban tristeza

-Es Dann

-¿Qué pasa con el? ¿Sigue enojado contigo? -Hann negó y nuevamente todo quedó en silencio, un silencio demasiado incómodo de nuevo, que por supuesto no soporté- Hanna dime qué pasa, yo también tengo derecho saber tus problemas