Viaje a Australia + A Brand New Day | AustraBoli [Australia X Bolivia]

🇦🇺 Capítulo 7 🇧🇴 Parte de un mismo diseño 📚

El grupo se encontraba en la sala de espera del hospital, Carl debía explicarles a Bolivia y a Perú, y en un futuro al australiano, sobre que significa esa placa y que tiene el con eso.

-A ver causa, si pongo esto con las iniciales da tu nombre. ¿Entiendes? -le reclamo el peruano, Bolivia empezó a pensar que Carl provocó esto agrede.

-Si, justo ahora les explicaré que es eso, mi pasado, y no Bolivia, yo no provoque esto. -dijo, la andina no sabía cómo fue capaz de saber que ella lo estaba considerando.

-Entonces solo habla, quiero saber. ¿Por qué esos robots nos atacaron? ¿Por qué? -ya se le notaba la desesperación, quería una explicación.

-Entonces tendremos que remontarnos a unas semanas, quizás meses, atrás. Nueva Zelanda también estubo allí.

Narración de Carl.

Era un día normal de septiembre, era el dueño de una fábrica que construía robots. ¿Mi objetivo? Solo era que los robots se integrarán a la sociedad de una buena manera, no quería que lastimaran a la gente y ni los usen para objetivos bélicos.

Un día llegó un hombre extraño, tenía un par de titeres consigo. Me pidió que le hiciera un pequeño robot para su "compañía". No confíe en el, sus ojos eran muy extraños, la forma en que me hablaba era cada vez más peligrosa y no tuve remedio que aceptar. Su mano tenia un brillo naranja y, cuando estrechamos nuestras manos, sentí un pensamiento malvado y perverso. En el, veía como todos los países del globo era convertidos en títeres y el era quien los controlaba a su favor.

Por más manipulado que estuviera no podía permitir eso, pero al estar manipulado el podría simplemente detenerme con esos hilos y hacerme callar y trabajar para el por el resto de la eternidad.

Pasaron los días, mi nivel de estrés estaba por las nubes pero no pude hacer nada.

-Espera, espera, espera. Si fuiste controlado por ese hombre, ¿cómo te salvaste? -pregunto el peruano.

-Ya voy a eso.

Entonces, un día normal en noviembre llegó Nueva Zelanda, a el le habían informado de una extraña actividad en mi fábrica y tenía que venir a ver que ocurria.

-Bien, vamos a detener a los sujetos y nls vamos. -le dijo el neozelandés al oficial.

-Esta bien. Vamos.

Entraron por la puerta principal, la fábrica era mas enorme de lo que esperaban. Había un pasillo donde se presentaba un abismo con lava en el fondo. Llegaron a mi oficina solo para ver cómo era torturado por mi opresor.

-¡Quietos! ¡Que nadie se mueva! -gritaron los dos, el de los títeres solo se hecho a correr por los pasillos. Nueva Zelanda se fue tras el mientras el oficial me liberaba.

-¿Y a ti que te paso? -pregunto el oficial, le expliqué rápidamente todo lo que había ocurrido. El no podía creerlo pero ahora debíamos concentrarnos en atrapar al hombre.

Salimos directo al pasillo, vimos como Nueva Zelanda se enfrentaba al de los hilos peligrosos. El oficial dió un disparo sorpresa dándole en el estómago y posteriormente se cayó al abismo de lava.

-¿Ganamos? -pregunto el oficial, solo celebramos una victoria sospechosamente fácil.

-Bien, Carl, tú debes ser el dueño de la fábrica.

-Si, ¿que ocurre?

-Pues lamentamos informarte que tendrás que cerrarla y apagar a todos los robots.

-¡¿Que!? ¿Por qué? Yo no hice nada. Fui forzado a que ese hombre usará mis robots para sus intereses perversos.

-Es justo por eso que debes cerrarla, si el implantó un virus para que los robots ataquen a todo ser vivo en su camino, imagina que es lo que podría pasar. Piénsalo.