Un nuevo amanecer empezaba en la ciudad, era todo menos tranquilo pues nuestros protagonistas están por realizar el acto mas arriesgado de sus vidas: detener a Edwin antes de que su ambición por controlar el mundo se materialice. Nadie, además de ellos, debe enterarse. Lo ultimo que querría el australiano es a toda su población en pánico.
Los rayos del sol se asomaban por la ventana, el australiano estaba a punto de levantarse hasta que sintió que algo le agarraba por el torso, era la boliviana dormida cómodamente en su pecho.
—And now what do I do? (¿Y ahora que hago?) —se pregunto a si mismo, no se esperaba tener a la andina aferrada a el—.
Intento de todo, gotas de sudor se asomaban por su frente tratando de separarse a la boliviana, resulta que se había despertado mas temprano de lo que debía y la alarma no lo ayudara en esta ocasión. El encuentro estaba programado para las 9:15 de la mañana y el pobre se despertó a las 6:50. ¿El despertador? Programado para las 7:05, que buena forma de iniciar el día.
Se escuchaban pasos afuera, a lo mejor Nueva Zelanda si puso la alarma temprano. El australiano hizo un movimiento rápido y agarró una almohada y se la entrego a la andina. Ella, aún dormida, solo la abrazo aún mas.
—Eres muy suave Australia —dijo aferrándose a la almohada, se sentía de ensueño—.
El australiano soltó una pequeña risita, vio que su hermano le estaba dando señas indicándole que viniera con el.
—What's wrong brother? (¿Que pasa hermano?) —pregunto, el neozelandés estaba buscando algo en el armario—.
—Quítate la ropa —dijo seco, el australiano abrió los ojos como platos—, no en ese sentido, encontré esto y solo quería ver si te quedaba.
El australiano vio de abajo hacia arriba el traje que sostenía el neozelandés, era su viejo traje de la Segunda Guerra Mundial.
—¿Qué insinúas que haga con esto?
—Dale bro, solo póntelo. Quién sabe, puede ser útil cuando vayamos a esa marginada fábrica.
El australiano soltó un suspiro pesado y accedió, empezó quitándose la camisa que traía puesta enseñando las cicatriz que le quedó gracias al ataque de los robots aquel doloroso día. Nueva Zelanda solo miro a otro lado mientras el australiano bajaba su pantalón para empezar a vestirse.
Pasaron 3 minutos aproximadamente, el australiano salió de la habitación vestido como en la guerra.
—¿Y que tal? —pregunto el neozelandés, se sorprendió de que aún le quedara bien ese traje—.
—Pues se siente bien, casi como nuevo —dijo viéndose en un espejo—. Hasta podría usarlo como disfraz de Halloween.
—Si es que todo sale bien por supuesto. Yo debo de tener un traje de camuflaje negro en algún lugar. Iré a buscarlo —dijo el neozelandés antes de irse a paso lento. Australia se quedó un rato más mirándose en el espejo—.
—Me pregunto que usará Bolivia —dijo, sintió que alguien abría la puerta de la habitación en la que estaba—.
—Australia, ¿eres tú? —pregunto una voz femenina, era la boliviana—
—Oh, good morning my sunshine (Oh, buenos días mi rayo de sol) —dijo el australiano con una sonrisa, la boliviana le respondió con otra sonrisa igual de alegre.
—¿Qué traes puesto?
—Oh, este es mi traje para ir a esa fábrica. ¿Tu tienes alguno para ir también? —pregunto, la verdad es que si tenía pero lo dejo en sus tierras pues no esperaba que todo esto pasara —Veo que no.
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Viaje a Australia + A Brand New Day | AustraBoli [Australia X Bolivia]
RandomBolivia ganó un viaje a Australia gracias a un concurso en el que Perú tanto lo había insistido en participar. Ahora, junto a Perú, iniciara su aventura mientras conoce todo el lugar de residencia mientras conoce a Australia junto a su asistente. L...