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La impresión no abandono la cara de Aisha, bajando del micro siendo seguida de su hermana, su postura seguía siendo firme pero el terror estaba filtrado en sus ojos. Vio un lindo caballo y un cuerpo encima de el animal, ambos con sangre, con cuidado se fue acercando.
Soltó un jadeo cuando vio el rostro de la persona, Juan Cruz, dirigió su atención a Hope que también parecía sorprendida.
— Este no es Juan Cruz — habló en voz baja vagamente pensando en algo, siendo escuchada por su hermana — es imposible que sea el, su cuerpo esta enterrado y no hay forma de que siga en buen estado.
— Si, bueno, problema solucionado, otra cosa estoy segura de que Thiago sabe quién es, va a reconocer a este hombre — habló Hope. Después se alejó a llamar a alguien que se encargara de el caballo y para su sorpresa rapidamente arreglaron con un hombre para que lo llevará al Mandalay.
— Ah, si, tranquila, vamos a poder controlarlo — asintió con un suspiro de por medio — Ayudame a llevarlo adentro, se esta desangrando — ambas con mucho esfuerzo empezaron a cargar a aquél hombre desconocido y lo metieron a dentro del micro, donde estaban todos viendo curiosos, todavia queriendo obtener información.
Todos vieron como ambas subían al hombre y ayudaron al verlo sangrar, Thiago vio la cara del hombre y empezó a bombardear con preguntas y querer golpearlo.
— Haber, porfavor, solo por un momento, necesitó que hagan silencio — habló mientras agarraba con rapidez gasas y pinsas. Hope comenzo a manejar, ya que sabía que su hermana podía sola — La verdad no tengo idea de quién es este hombre — empezó a hablar siendo interrumpida por las quejas de Thiago, pero esta le lanzó una mirada amenazante y con eso lo calló, satisfecha volvió a hacer su trabajo, curandolo — pero es imposible que sea Juan Cruz, porque ese hombre murio hace mucho tiempo, sigue enterrado y es imposible que su cuepo siga en perfectas condiciones — finalizó mirando sus rostros.
— Bueno, pero si le pegaron un tiro, tan bueno no debe ser — dijo Mar. Aisha levantó una ceja divertida.
— Bueno, no hay que ser bueno o malo para que te quieran matar — hizo una pausa mientras agarraba el alcohol — y como buenas personas que somos, vamos a ayudarlo.
Luego de eso, cada uno se fue a sus asientos con su pareja, sospechando de ese hombre, no desconfiaban tanto de esas mujeres, hasta ahora siempre ayudaron a los demas y parecían tener buenas intenciones. El sueño se hizo presente y todos empezaron a dormirse, Aisha aprovechó eso y usó sus poderes para sacar la bala y curarlo o hacer el intento.
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Habían llegado al Mandalay para alivió de Aisha, que luego de encontrarse con Paz, le dijo que era Camilo Estrella, el nuevo director. Lo llevó al loft y lo recostó en el sillón.
— Suspiro — No me pagan lo suficiento por esto — susurro antes de tomar de su taza. El tiempo pasó rapido y Camilo ya se había despertado.
—¿D-donde estoy? — miro a su alrededor confundido. Aisha que estaba en la mesada se dio vuelta y se acerco con un vaso de agua.
— En el Mandalay — informó tendiendole el vaso, que acepto rozando su mano, ambos sintiendo la electricidad recorriendo los pero Aisha lo paso por alto — Bienvenido director — sonrió juguetonamente. Camilo miró a Aisha atontado por su belleza y un pequeño flashback vino a su cabeza y recordó.
— Aisha Bauer — susurro, aunque la nombrada lo escuchó.
— Si, al parecer me conoces — mencionó algo confundida — y vos sos Camilo Estrella, según me informaron — dijo, confundiendo a Camilo.
— ¿No te acordás de mi? — le preguntó y esta vez la confundida fue ella, que lo miró con el ceño fruncido pero aun con una sonrisa confundida.
— Estoy bastante segura de que es la primera vez que nos vemos — frunció los labios algo incomoda por la mirada intensa de su acompañante — Creo que es mejor que descanses, si necesitas algo llamame, agendé mi número en tu celular — dijo antes de darse la vuelta con la intención de irse pero Camilo le agarró la mano y antes de que pudiera decir algo un flashback la detuvo, sacudió la cabeza mirandolo sorprendida.
Una pequeña Aisha de once años estaba pintando con una corona de flores en su cabeza, hecha por ella misma, pasando con delicadeza el pincel mientras a su vez miraba el paisaje.
Un caballo apareció corriendo para su dirección, está dejo escapar un fuerte chillido antes de acercarse al animal y acariciarlo con intensiones de calmarlo y lo logró, siguió acariciando su hocico antes de que unos pasos se escucharan. Vio un chico acercarse.
—¿Estás bien? ¿No te hizo nada?— preguntó acariciando a su caballo, Aisha solo negó mirandolo con curiosidad — Raro, no suele gustarle mucho las nuevas personas — dijo divagando antes de que la castaña soltara una risita, ante eso Camilo posó su atención a ella — Perdón no me presenté, Camilo Estrella — ofreció su mano presentandose, Aisha mas segura la estrecho.
— Lindo nombre — alago mirando brevemente su cicatriz en el brazo— Aisha Bauer — se presentó mirandolo fijamente, este sonrió.
— El chico del bosque — se rió suavemente — si, ahora me acuerdo — sonrió en dirección de Camilo.
