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Seré franco. De todas las madres que están viviendo en esa peculiar casa llena de bendiciones, Maggie fue la única que odió a Gloom desde el primer momento que supo que creía dentro de ella.
Nunca pensó en la idea de se madre, tenía un pensamiento de no traer hijos al mundo para que no sufran lo terrible que puede llegar a ser la vida. Sin embargo, esa es la explicación que le decía a los demás, pero en realidad no le agradan los niños.
No tiene nada de malo que no quieras formar una familia, total es decisión propia querer hacerlo. No obstante, el destino puede llegar a ser impredecible en cualquier sentido.
Maggie hubiera sido una mujer solitaria cuya única afición sería ejercer su carrera a su máximo potencial, pero la vida tenía otros planes para ella.
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En una tarde, Maggie terminó de comprar su chingón café y media docena de donas por eso del espantoso frío que hacía en la calles en esos momentos.
Podía haber sido un día normal para muchos, pero antes que pudiera salir de la cafetería notó que el clima estaba de la verga porque había una fuerte tormenta de nieve capaz de congelar los mocos y usarlos como palillos chinos.
No hubiera sido problema ya que tenía un auto, pero había tanta nieve en las calles que era imposible que la mayoría de los autos pudieran transitar normalmente y eso incluía al suyo.
Sin nada mejor que hacer, la gótica se sentó de mala gana en una mesa para esperar a que la tormenta le bajara de huevos con el viento.
De repente, se dió cuenta que se había sentado en la misma mesa que estaba nadie más que el mismo Lincoln.
Ambos tenían una relación un tanto extraña, siempre se encuentran en lugares que nada que ver y a veces sin sentido, como en una posada en la fila de los pasteles o en el estreno de "Macaco Samurái" (Idea millonaria).
Ella le pregunto que hacía ahí y él le respondió diciendo que vivía cruzando la calle porque se le antojó un café y un rol de canela.
Después de una larga conversación, Lincoln le propuso que si quería ir a su departamento hasta que se detuviera la tormenta. Maggie dudó al principio, pero al final terminó aceptando porque la cafetería iba a cerrar y la tormenta no parecía mejorar.
Cuando llegaron al departamento, Maggie notó que hacía un poco de frío, pero comparando con lo de afuera, era muy cálido. Sin perder el tiempo, Maggie se quitó su abrigo y lo colgó en el perchero, se sentó en el sofá esperando a que Lincoln le hiciera compañía porque sería una larga noche.
Después de ver una película, Maggie le entró las ganas de divertirse sin consecuencias, creyó que nada podría salir mal ¿Verdad?
Maggie fue una vitrina y sacó una botella de tequila blanco con dos copitas y las puso en el centro para empezar a relajarse.
Ambos no recordaron nada esa noche.
Maggie despertó abruptamente arriba de Lincoln con la falda levantada sin nada en el torso dejo de un cobertor.
Preocupada, Maggie trató de despertar a Lincoln para saber de alguna manera de lo que sucedió esa noche, pero no lo logró. El albino no parecía dormido, se veía como si hubiera sido masacrado por una bestia insaciable a puras devastadoras felaciones y sentones imparables.
Sin recibir respuestas, Maggie se vistió, tomó sus cosas y se fue sin decir absolutamente nada.
Pasaron dos semanas, Maggie se realizó unos análisis de sangre debido a que no se sentía muy bien en los últimos días.
Cuando regresó a su hogar, encontró a su madre esperándola con muchísima alegría, ya que sabía que los síntomas que padecía su hija eran los de un embarazo y se encontraba muy feliz porque sería abuela. Sin embargo, Maggie no se veía contenta.
Fríamente, la gótica le dijo a su madre que no quería tener un estorbo en su vida y que iba abortar a su bebé.
Al escuchar esas palabras salir de la boca de su hija, prácticamente en menos de un segundo le dió una fuerte cachetada a su hija sin importar lastimarse su mano en el proceso y le dijo unas palabras que jamás olvidaría.
"Un bebé nunca tendrá la culpa de nacer ni mucho menos de tus errores, tuviste la oportunidad de cuidarte, pero no lo hiciste... Ahora tendrás que aprender sobre la marcha a ser mamá y educar a tu hijo lo mejor que puedas porque en peores momentos de tu vida, cuando sientas que todo el mundo te da la espalda, siempre habrá una personita que te amará sobre todas las cosas cuando más lo necesites"
Con esas palabras en la mente, Maggie vivió todo su embarazo intentando esas palabras que su madre le dijo, pero aún así no llegó a sentir aprecio por su bebé.
Después de muchas y largas horas en labor de parto, logró tener por primera vez a Gloom entre sus brazos. Sin embargo, seguía sin poder despertar el sentimiento de maternidad en ella, ya que solo veía a Gloom como un maldito estorbo.
Por la fuerza, Maggie era obligada por su madre a que atendiera las necesidades básicas de su bebé, como cambiarle los pañales, darle de comer, bañarla, jugar con ella y entre muchas otras cosas más.
Maggie nunca le gustó que Gloom se pusiera a llorar cada vez que se alejaba de ella por mucho tiempo. Y cuando la tenía cerca, su hija siempre le sonreía sin importar que hace unos segundos estuvo llorando a mares
Luego de casi un año entero, Maggie llegó a su hogar mentalmente destruida. Había tenido una difícil semana en su trabajo, ya que no pudo dormir bien los últimos días y súmale que tenía que cuidar a su bebé gran parte del día.
Mientras lloraba en el sillón, Maggie sintió algo abrazándola de la pierna. Cuando volteó la vista, encontró a Gloom sonriendo mientras la abrazaba con mucho amor y cariño.
Sin dejar de llorar, la gótica tomó entre sus brazos a Gloom y le dió un cálido abrazo a su bebé amando el momento que la conoció por primera vez en aquella cama de hospital.
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En la sala, Maggie y Gloom veía la película del guasón con una tranquila sonrisa en un ambiente muy cálido que normalmente compartían cuando están juntas.
Con el tiempo, Maggie se sentía muy feliz que Lincoln la haya embarazado de una niña tan feliz y amable. Tanto que siempre se lo agradecía de la mejor manera usando principalmente su boca para hacerlo feliz si saben a lo que me refiero.
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Lidiando Con Mi Pasado Parte II
FanfictionSecuela de Lidiando Con Mi Pasado. Tras recibir otra repentina sorpresa, Lincoln decidió escribir una lista sobre sus múltiples aventuras que tuvo a lo largo de sus años cuando era fértil. Decidió terminar de una vez por todas si tenía o no más hija...