¿Voces en mi cabeza?

Aria

Siempre he sido alguien con suerte, y no es que la fortuna me acompañe siempre, pero al final, siempre me suceden cosas buenas que superan mis expectativas. ¡La suerte me sonríe siempre! ¿A quién engaño o trato de engañar? Voy a llegar tarde a la entrevista de trabajo y todo por quedarme dormido y pasarme dos estaciones. Me pidieron puntualidad como parte de la evaluación para la prueba psicotécnica y ni porque venga Flash y me arrastre, llegaría a tiempo y ese sueño que tuve...

- ¡Alex, Alex, Alex!

¿Alguien me está llamando?

Un tipo con apariencia de albañil tropieza conmigo y me dice: "Fíjate por dónde caminas", no ha terminado de hablar y otro par de sujetos me tropiezan como si estuviéramos jugando rugby... Ja, ya sé la causa, me han robado mi celular, uno de ellos, iba justo a ver qué hora era. Logro salir del tren y mientras cierran las puertas, veo la cara de uno de ellos, de unos 40 y tantos, panzón y calvo.

¡Latinoamérica es un asco! Viviré en Londres, Laura y yo nos casaremos allá y la historia será otra.

Al salir de la estación, casualmente oigo a alguien decir, que son las 10 menos 15 y es como si me volviera el alma al cuerpo, literalmente, claro que sí ¡literalmente!

- Llega justo a tiempo, Señor...

- Villanueva.

- Por favor tome asiento, me señala la ¿secretaria?...

- Está simpática y guapa, ¿verdad?

Volteo a ver quién fue el sujeto que me dijo eso, oigo risas, tal vez sea por mucho estrés; soy el único varón, hay tres damas, todo se definirá en este último examen, no sería el empleo de mis sueños pero ganaré muy buen dinero, han sido muy meticulosos para elegir al próximo ejecutivo.

- Oye, ¡estás sangrando! Me dice una de mis compañeras.

- ¿Qué?

- Tu cara, parece que tienes una herida.

Y así era, el dolor era insoportable, justo después de tocar mi mejilla izquierda, brotaba sangre copiosamente. Siento un mareo intenso, y mis compañeras intentan auxiliarme, oigo sus lejanas voces dándome ánimos. Solo cierro mis ojos para intentar no desmayarme.

La luz es enceguecedora, abro mis ojos y Laura va conduciendo.

- Bebé, tienes que ver las fotos de la fiesta, hay una que te matará de la risa.

- Pues si no lo hace, lo hará este maldito tráfico, voy a llegar tarde al trabajo.

- Para variar, ja, ja.

- ¡Siempre llegas tarde! Oí decir eso de una voz de otra mujer, miré a todos lados para ver quién fue.

-¿Pasa algo?

- No lo vas a creer...

La luz del semáforo cambia a verde y nos movemos de nuevo, pero segundos después, otro carro que salió de la nada choca contra el nuestro. De súbito, todo se vuelve negro.

Sé que algo muy raro está pasando. ¿De dónde salen esas voces? ¿Cuándo me volví esquizofrénico? No, esto no es esquizofrenia. Estoy soñando, no estoy seguro de si son sueños dentro de otro sueño, parecen más bien sueños aleatorios, debo llegar al trabajo y voy retrasado y de repente sucede alguna cosa rara y cuando no, un accidente.

Pero la pregunta más importante: ¿Dónde estoy?