CAPITULO 8

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PUNTO DE VISTA:
Lucas Da Silva

Todo lugar me molestaba por completo, la gran cantidad de ruido que había y la masiva ola de personas era algo que me causaba estrés. El partido ya ha comenzado y los equipos de ayer en algunos puntos encestados, la casa lleva 88 y los invitados llevan 91. Uno del equipo contrario había encestado una de 3.

Cristian entró a las gradas y despabiló a muchas personas de su lado, volvió con nosotros y nos llevó al área despejada, el tomó mi mano y empezó a acariciarla, lo dejé haciendo eso y me concentré en el partido. Desde aquí se podía ver todo el juego con claridad y la voz irritante del narrador explicando todo el juego, que sinceramente es muy estúpido ya que todos estamos viendo que está pasando.

Aún no dejaba de pensar en todo, simplemente faltaba una sola persona, una persona que estuve reservado todo este tiempo para el final. Una persona que en todos los años que ha estado en esta escuela me ha hecho tanto daño qué ahora mismo me está dando deseado enterrar el cuchillo en el pecho y que se desangre por completo, pero no puedo, está ahí abajo jugando básquet. Intentando hacerle creer a todo el mundo de qué es la mejor persona, y que sabe hacer de todo. Me dan ganas de eliminar esa sonrisa de satisfacción en su rostro y cambiarla por una de miedo y de agonía.

Hubo un cambio de jugadores, cambiaron a Sander. Yo lo miré fijamente y el me miró entre toda esa multitud de personas, me miró con una mueca en su cara, bajé hasta llegar lo más cerca el, mire al equipo de las animadoras que estaban bailando muy bien,  a lo que me sonroje, la hermana de Sheila no dejaba de mirarme y bailar sensualmente a su vez en la que pasaba su lengua por sus labios.

-Espero que te esté gustando el partido, se nota que tu amiguito lo está disfrutando mucho. - miré por encima de mi hombro, Christian tenía la misma cara de Sander de hace algunos segundos atrás.

-Oh, Christian! Sí, últimamente se ha vuelto unido a nosotros. - digo regalándole un sonrisa a los tres. Christian, Shelby y Sander.

-Lo más seguro te está obligando a hacerlo - Sander se está volviendo muy paranoico, pero ni yo en mis tiempos dónde solía escuchar voces y ver sombras por todas partes, aún suelo verlas y también escucharlas.

-Nadie me está obligando a nada! - estaba empezando a enfurecer. Lo entiendo como las personas empiezan a hacer tonterías, y peor aún, afirmandolo cómo si realmente fuese así.

Las cosas se calmaron nuevamente, observé el partido e iba de lo más genial, en tan poco tiempo la casa ya había superado por mucho a los visitantes. Pasaron algunos minutos y volvieron a cambiar a los jugadores, volvieron a meter nuevamente a Sander.

-Ganare este partido por ti. - el se me acerco y me dio un beso, aproveché y empecé a morderme el labio inferior, a lo qué él se despegó rápidamente. -¿¡Qué fue eso!? Me acaba de morder el labio. - el se tocó el labio - Que excitante.

Inocencia. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora