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Pero claro, eso era una cárcel y no el patio de tu colegio

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Pero claro, eso era una cárcel y no el patio de tu colegio. La gente que acudía allí iba a ser de todo y de último civilizada.

Los funcionarios gritaron que iban a hacer una revisión ya que al parecer pillaron a dos personas trapicheando con un pincho. Al momento de llegar a inspeccionar a la morena y que comenzarán a tocar la zona de su pecho, esta comenzó a chillar y a patalear provocando que algunas de estas las acabase recibiendo la inspectora, la cual comenzó a aporrearle junto con otros tantos funcionarios que se la llevaron a arrastrando del comedor.

Al cabo de los minutos, la situación se tranquilizó. Todas las mujeres siguieron con las actividades que hacían antes de que la situación se alterase.

—Espero que no sea así siempre... —murmuré mientras miraba a Tere, esperándola para que así le diesen su bandeja con su comida.

—Pues no es extraño que esto ocurra. Aunque si Rizos lo ha hecho esta vez es para que la nueva sea su novia. No me quiero imaginar como debe de estar Saray.

—¿A Rizos le va el rollo de  ser "príncipe azul"? —Le pregunté con una sonrisa mientras la seguía en dirección a una de las mesas dónde estaban ubicadas dos mujeres.

—Le encanta pero sobre todo le gusta liarla.

Una vez llegamos, una de las mujeres me hizo espacio a su lado. Era mayor, pelo grisáceo y tenía encima unos kilos de más. Parecía ser como aquella mujer que todos querían por su amabilidad.

—Ella es Lesath, es nueva también así que vamos a intentar que se sienta lo más cómoda en este sitio de mierda. Es la hermana de una amiga que tuve hace un tiempo, por eso la conozco.

Yo asentí ante lo que ella había dicho ganándome la mirada dulce de una de ellas pero no sabía que había en su mirada que no me producía mucha confianza. Quizás estaba volviendo a desconfiar demasiado pero aquello era imprescindible en la cárcel y no podía dejar de hacerlo.

Nunca se sabe cuando te pueden joder.

—Ellas son Sole y Anabel. Están en la misma celda, mí me tocó en la 202. A todo esto, ¿en cuál estás tú?

—243. La verdad es que no he congeniado muy bien con las chicas de mi celda. Pero creo que lo puedo controlar por ahora.

—Si en algún momento necesitas algo me lo puedes pedir. Aunque no nos conozcamos mucho pero si eres amiga de Tere también eres mi amiga, cielo. Cualquier cosa que quieres se lo pides a "Tita Anabel"—comenzó a decir una chica de cabello negro mientras me acariciaba la mano con sutileza.

No me gustaban las vibras que daba aquella mujer. Sí, podía verse simpática y alegre pero transmitía sentimientos como la manipulación, traición y sobre todo la envidia, como si tan sólo utilizase una máscara para así caer bien a todo el mundo. Quizás a otras personas se las podía colar pero yo veía de lejos las intenciones de aquella mujer.

𝐏𝐔𝐑𝐎 𝐕𝐄𝐍𝐄𝐍𝐎; zulema zahirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora