iv

363 36 6
                                    

—Al parecer me hará falta un nuevo corazón, muchacha y no creo que nadie quiera donarle a una mujer quién quemó vivo a su marido junto a su amante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al parecer me hará falta un nuevo corazón, muchacha y no creo que nadie quiera donarle a una mujer quién quemó vivo a su marido junto a su amante.

Miré a Sole con pena sin saber que decir. La situación era complicada y sabía que conseguirle un corazón sería una tarea bastante difícil pero nunca dejaría que aquella mujer muriese aún sabiendo que siempre pude hacer algo.

—Pero seguramente piensen con el corazón que te tienen que dar, Sole. Cielo, quizás piensan que dándotelo están dándote una segunda oportunidad para ser mucho mejor de lo que ya eres.

Ella me sonrió con pena mientras me miraba dulcemente para posteriormente suspirar renegada provocando que yo tomase su mano para poder acariciarla con suavidad.

Un ataque al corazón había atacado a Sole aquel día, un maldito ataque al corazón y pude prometer que de un par de días que la conocía me había tratado como una madre a su hija. Sentía un amor maternal que nunca había sentido antes.

Había estado todo lo que podía de tarde a su lado. A Zulema la habían metido a aislamiento y estaba en observación, por lo que podía suponer Macarena había abierto la boca y le había largado todo a los funcionarios y Saray estaba arreglando un par de problemas que tenía.

Me pensaba que iba a ser un día aburrido pero no, cada vez me asombraba más sobre cómo serían mis días aquí.

La cárcel y sus cosas no dejan de sorprenderme.

Eso sí, Lesath... Mire, yo le daré mi opinión pero usted ya hace lo que quiera, ¿sí? —comenzó a decir mientras usaba el respirador.— Tenga cuidado con Zulema, es un escorpión malo pero muy malo  y no dudará en inyectarte veneno cuando menos te lo esperes. Por favor, ten mucho cuidado.

Sonreí enternecida y le acaricié la mejilla. Sabía que era peligrosa, sabía que no debía fiarme de ella.

Pero, ¿sabes esa sensación de saber que estás haciendo algo mal pero que no te importe?

Sabía que saldría mal al juntarme con ella, sabía qué mandaría todo a la mierda.

Pero ya me daba igual, no me imaginaba siendo una chica pacífica, saliendo de aquí en unos años y fingir que nunca estuve aquí cuando nunca podré olvidar el infierno que me tocó pasar.

Nací para ser una hija de puta.

Tendré mucho cuidado pero tienes que prometerme que tú también lo tendrás.

Ella sonrió mientras me guiñaba el ojo.

—Eso siempre, mujer. Espero que les quede Sole para muchos años más entre rejas.

𝐏𝐔𝐑𝐎 𝐕𝐄𝐍𝐄𝐍𝐎; zulema zahirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora