Segunda etapa

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Volamos en un hostil valle que ha sido devastado por el hombre insensible, sin árboles, sin animales, sin vida del cuál tomar algo de esperanza, para sonreír, para consentir, para sentir, y es la dura realidad, y es la fantasía del ser que inventa maneras para recuperar lo que no hay, lo que se extinguió.


Es una de las razones por la que cuento con la seguridad de que la vida es así, de que los vacíos no siempre han estado, de que las cosas una vez, en el pasado existieron, para demostrar que en algún momento lejano valió la pena, valió la vida, valió el esfuerzo... sin importar que hoy vos, te sientas sin salida o dentro de un cajón volátil, húmedo e imperfecto, donde no puedes acomodar ningún sentimiento sin herirte, donde no puedes guardar ninguna voz sin destruirte.


Es la dura realidad ante un hecho que no tiene precedentes, ante momentos que apagan el cabizabjo ser que dentro de ti se sumerje, y la gente no se da cuenta, y la gente no cree que las cosas que callamos son las que más duelen, que las que cosas extinguidas son las que más se documentan, que le amor una vez se ha ido es el que más se extraña y que la voluntad de continuar viviendo es el hecho menos gratificante para un ser que no encuentra ni una sola razón para gastar del oxígeno que alimenta almas destructoras.Porque aunque las cosas se extingan, el amor y la atención se marche, aunque las cosas dejen de estar en el tiempo y pasen a ser recuerdos, en donde la gente hable cada vez menos de eso y que las personas que aun lo recuerden vayan desapareciendo; hoy encuentro el hecho basto de entenderme, de intentar quereme y de empezar a sanarme, porque quiero, porque creo que puedo y porque sé que puedo intentarlo.
Porque la vida que creo que es peor vivida, es morir sin intentar vivir, y vivir sin intentar morir, y hoy estoy...
En la segunda etapa.


Sin sentimientos,
Mahath.

No, no es un diario másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora