No, no es un diario más

Quiero que me digas lo que sientes

A veces dudamos tanto de situaciones externas, que convierten nuestros rumbos en calles llenas de escombros. En ocasiones dudamos de las creencias, seguridades y fortalezas que emergen nuestras miradas fijas, nuestros sueños juntos, nuestras posesiones mágicas que crea nuestro amor unido. Y sí, no te culpo, no te culpo por dudar, por sentirte mal, por sentirte sin fuerzas, sin ganas, sin sentimientos, sin motivación... de todos modos te pongo entre la espada y la pared, de todos modos te dejo con el sinsabor del futuro, de la poca importancia, empatía, sentimentalismo nulo y con una fragancia de lo que negativo que resalta mi actitud pésima.

Y aquí estoy, queriendo explicarte que las cosas como estas son pasajeras, que las acciones que realizo ahora no son hechas por mi yo sincero, si te lograra explicar cómo me siento, con mi mirada, con mis abrazos, con mis ganas de estar contigo... si te lograra explicar que me siento con un hueco profundo, me siento como si tuviese un estupor, que a veces vacío, lleno de nada, necesito de ti, de tus palabras cálidas...

No me abandones, no permitas que vuele tu mente al mundo de la frialdad, que los sentimientos sean vacilados por el negativismo, por la imperfección, por la inequívoca actitud de alguien que te ama. Porque desde mi puesto, mirando hacía la luna, mirando hacia el jubileo provocado porque la luna logra observar tu morada, te veo, te siento aquí a mi lado, dándome las fuerzas necesarias para enfrentar el dolor que causa la impotencia de ver morir a un ser que amas. Y si me preguntas sobre lo que siento por ti, creo que ni el infinito universo, ni siquiera algún idioma tendría la palabra acertada para expresar lo mucho que te amo.

Y ahora,

Yo quiero saber algo...

Quiero que me digas lo que sientes.

Con amor,

Mahath.