CAPÍTULO OCHO

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A pasadas horas de la noche, Félix se dirigía al psiquiátrico acompañado de Seungmin en su auto.

No quería que lo molestaran por eso tomó la iniciativa de apagar su celular.

--¿Crees que está bien?--Felix miraba por la ventana del auto el como Seúl se iba desvaneciendo  con la penumbra del bosque.

--No me importa--el castaño seguía con la vista en el volante-- ¿Crees que me va a importar un enfermo?

--No le digas así,  ¿te gustaría que te dijera de una fo...--se calló. 

Había recordado lo que le había dicho Changbin cuando él lo llamaba enfermo, Seungmin detuvo el auto en toda la entrada del lugar, antes de despedirse de Felix tuvo que decirle un par de cosas.

--Felix, ten mucho cuidado por favor...--Seungmin abrazaba fuertemente la cadera de Felix--No quiero que te pase nada.

Felix palidecio, era un acto muy tierno que su amigo se preocupara así por él, y tenía razón; él tampoco quería que algo malo le pasará....pero se trataba de Seo Changbin, la persona más odida en ese lugar y él podía aceptar que en cualquier momento....

Seo Changbin podía matarlo...

Y él lo sabía; si ya lo había golpeado dos veces ¿Por qué en la tercera no respiraria? Era fácil de decir; pero un nudo se acechaba en su  garganta.

--Descuida Minnie--besó su mejilla--yo estaré bien.

El silencio en los pasillos era aterrador, no sólo eran las risas, llantos y gritos de los que estaban encerrados. Felix caminaba a paso lento para no provocar bullicio por sus zapatos.

Un sonido perturbante me detuvo en medio del pasillo, un llanto abogado y simple venía a espaldas del rubio. Cuando aquel iba a caminar en dirección al ruido una mano se posó en su boca, atrayendolo a la oscuridad.

--Soy Hyunjin,  no grites ni te muevas--dijo el pelinegro en susurro, quitando lentamente la mano de la boca de Felix

--¿Que está pasando?--susurró asustado el rubio.

--Shh...haya viene--volvió a poner su mano en su boca.

Felix iba a oponerse, no podía ver nada, las luces del pasillo eran de poca face, empezaron a escuchar un sonido estrepitante, como de un filo siendo arrastrado.

Ahí lo vio.

Seo Changbin arrastraba el hacha de Emergencias guiando un pequeño hilo rojo espeso en ella. Tenía sus manos llenas de sangre, iba como apagado; como si de un zombie se tratará, con la cabeza gacha soltando pequeños hipidos en todo el largo del pasillo.

Las manos de Felix temblaron con miedo, intentaba calmarse hasta que cruzara la esquina.

--¿A dónde se dirige?--Felix estaba aterrado, ver a su paciente en ese estado le daba mucho miedo.

--A tu habitacion--susurró Hyunjin.

Felix palidecio con miedo, sentía como su alma dejaba su cuerpo. Sólo podía sentir la mano de Hyunjin en su boca, esa mano temblorosa que seguía firme.

--Tengo miedo...--sollozaba el rubio en hipidos.

--Shh...no llores Felix--intentaba calmarlo Hyunjin--nos va a encontrar si sigues así.

Intento calmar su respiración de forma fallida.

--Felix...--los dos chicos escucharon la voz aterciopelada de Changbin acercarse con lentitud.

Quedaba el plan B.

Porque el plan A era quedarse ahí hasta que matara a alguien, eso pasaba muchas veces, daban a la persona que estaba al borde de la vida.

Con la poca fuerza que daban sus piernas, empezaron a correr escaleras arriba.

Al llegar a la planta superior, entraron a la habitación de Jeongin, cerrando con cautela. El menor se encontraba en la esquina de la habitación, abrazando con fuerza un peluche de oso.

--Me pueden explicar, ¿Qué mierdas pasa con Changbin?--dijo Felix alterado.

--Shhh...que aún sigue allá afuera--suspiró pesado el pelinegro, acariciando al castaño que lloraba en su pecho--Bien te haré un resumen, Changbin te necesitaba y los médicos llamaban a tu teléfono pero no contestabas--dejó un beso en las mejillas de Jeongin--Ese no es Changbin, es una de sus caras.

Felix daba vueltas de un lado a otra en la habitación con miedo, mucho miedo, miraba al pelinegro y al castaño que intentaban calmarse.

--Felix...--escuchó un sollozo en los pasillos.

--Changbin...--susurró el rubio.

Un grito desgarrador se escuchó en el pasillo, tan agudo como para romper una copa de vidrio.

Por inercia misma, Félix salió de la habitación encontrando la escena que ló dejo helado.

Una enfermera se encontraba con la hacha en su estómago, reclinada en la pared, Changbin se mantenía frío frente a ella.

--¿Qué has hecho?--Felix sollozaba, tenía ganas de vomitar por el cuerpo de la chica.

Algunas tripas y órganos se encontraban fuera del cuerpo, y el hacha se hallaba en su abdomen. Changbin volteó lentamente.

--Felix...--Changbin de acercó corriendo a Felix.

Antes de que el rubio pudiera moverse, el ojinegro lo abrazaba con fuerza.

--No me dejes sólo...--fue lo último que dijo Changbin, Hyunjin había clavado dos inyecciones de anestesia en su espalda.














《Too Many Face》

Felix estaba en la sala de Emergencias de ese psiquiátrico, estaba todo lleno de sangre, su chaqueta gris ahora era de ese color.

--Changbin sólo tuvo una faceta crítica, cuando vuelva a pasar algo así...Cantante...--dijo su padre al salir de la habitación donde se hallaba el ojinegro.

--Papá, hace un par de horas Changbin me buscaba con un hacha--se levantó de la silla dirigiéndose frente a su padre--¿Crees que yo lo quiero ver? Después de haberme tirado contra el suelo--sirvió bruscamente su nariz, no quería llorar, no ahora--luego me golpeó y ahora me busca con un hacha--suspiró pesado--¿Crees que me gusta estar aquí?

--No es tu culpa, Felix, esta enfermo--su padre mantenía su mirada severa--Mejor ve a darte un baño.

Tomó su vaso de bubbletea, le dio una última mirada a su padre y se encaminó a su habitación para darse una merecida ducha con agua fria.

La sangre corrió lentamente por sus piernas y espalda desnuda, Félix observaba como aquellos cuajos se iban por el drenaje del piso blanco.

Cerró los ojos con fuerza recordando lo sucedido, como la chica perdía brillo...por su culpa.

Las gotas de agua caían suavemente en su cabello, haciendo pequeños masajes en ella, relajando su cuerpo de cierta forma.

Una mano se posó de forma firme en su cadera, el rubio se tenso de forma inmediata, intentando darse vuelta; cosa que no pudo por la presión del cuerpo apegandose más a él , sentía su miembro restregandose en medio de sus nalgas, dejando besos en su espalda y cuello.

--Relájate, mocoso--el ojinegro besaba su cuello, dejando algunos morados en su piel perfecta.

--Changbin...--jadeo el rubio, se dio vuelta lentamente. Con un fuerte sonrrojo por ver el cuerpo desnudo frente a él, además del suyo.

--Disfruta...--se acercó a su oreja besando y mordiendo su lóbulo--porque hoy parto su bonito culo.

《Oh...mierda》su cabeza redondo esa palabra un millón de veces por cada acción del ojinegro.

--¿Y si no quiero?--intento poner resistencia pero fue inútil.

--No lo haras--Changbin dejaba suaves besos en su clavícula, apretando fuertemente sus nalgas--Me rogaras por más...

𝐓𝐨𝐨 𝐌𝐚𝐧𝐲 𝐅𝐚𝐜𝐞   •𝙲𝚑𝚊𝚗𝚐𝚕𝚒𝚡•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora